Represas de Santa Cruz: escándalo por un grave error en la construcción
El problema demandará una erogación adicional de 250 millones de dólares, cifra equivalente al 5 por ciento del presupuesto inicial. Un funcionario de IEASA, que autorizó esa ampliación sin consultarlo con el directorio, renunció a su cargo, aunque Lopetegui aún no validó esa decisión.
Un error en la construcción de la represa Condor Cliff provocó una enorme grieta en uno de los taludes de contención del vertedero que se montaron sobre el río Santa Cruz, lo que obligará a un rediseño integral del proyecto. El problema ya demandó una erogación adicional de 250 millones de dólares, cifra equivalente al 5 por ciento del presupuesto inicial. Pero no se descarta que la cifra sea mayor cuando se realicen los estudios de reingeniería pertinente.
La china Gezhouba informó a la estatal IEASA (ex Enarsa) la situación y solicitó que le reconocieran ese gasto adicional. La respuesta estuvo a cargo del gerente de Control de Proyectos, Alberto Brusco, quien sin realizar consulta alguna autorizó el presupuesto incremental, lo que motivó un escándalo en el directorio de IEASA y lo llevó a presentar su renuncia, según confirmaron a EconoJournal fuentes de la secretaría de Energía.
La grieta, que tiene unos veinte metros y se puede ver a unos 500 metros de distancia, fue provocada por un movimiento de tierra en la zona (los deslizamientos son frecuentes por tratarse de una región de glaciares), lo que provoca dudas sobre la capacidad técnica con la que se están realizando los trabajos.
La explicación que ofrecen desde la Unión Transitoria de Empresas (UTE) a cargo de la obra —de la que también participa la firma cordobesa Electroingeniería— es que «se detectó la posibilidad de deslizamiento por bajo ángulo de fricción de una de las capas del terreno en zonas donde se debían realizar excavaciones para obras de canal de desvío y vertedero». Cuando se consultó sobre la existencia de la grieta, la respuesta fue que “no existieron derrumbes ni grandes deslizamiento. La metodología de excavación aplicada permitió anticipar las posibilidades de deslizamiento dada la característica geológica descubierta”.
A raíz de esta situación, ahora deberán montar la estructura en otro sector del río. La propuesta cambio, presentada por la UTE y evaluada por expertos y por el comitente, está en etapa de definición. Si esto hubiera ocurrido con la construcción de la represa más avanzada o incluso terminada, el daño económico e incluso ambiental hubiese sido demoledor.
Disputa interna
Frente a esta irregularidad, Brusco, subsecretario de Infraestructura Energética durante la gestión de Juan José Aranguren, concedió la ampliación presupuestaria sin realizar ningún tipo de auditoría de detalle del problema. Esa decisión derivó en un duro cruce con la titular de IEASA, Claudia Mundo, una directiva nombrada por el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, y Brusco terminó presentando la renuncia, aunque todavía no concluyó el trámite formal, pues lo comunicó por mail, pero no envió el telegrama correspondiente.
«Comunicó su decisión por el sistema de comunicación interna, pero no tiene ningún valor legal porque no envió el telegrama correspondiente», explicaron allegados a la Secretaría de Energía. «Lopetegui le respondió en esa misma línea y le pidió que proceda por el canal adecuado», agregaron.
Fuentes del gobierno aseguraron a EconoJournal que semejante error no solo ameritaría la salida de Brusco sino también la revisión del contrato firmado con la empresa China, pero si se cae Gezhouba también se cae el financiamiento que garantizó el gobierno asiático e incluso otras obras como la del Belgrano Cargas. Por ese motivo, la intención oficial es que la empresa continúe el frente de la obra.
Algunos especialistas sostuvieron que la obra viene mal barajada desde un inicio porque se presentó un proyecto ejecutivo deficiente sin estudios de suelo importantes. Según remarcan, en todo momento primó más la la relación estratégica con China que la rigurosidad técnica y ahora se están pagando los costos de esa decisión que tiene con responsables tanto a Cristina Fernández de Kirchner como a Mauricio Macri.
Al error de Gezhouba se le sumó lo hecho por Brusco, quien decidió avalar el pedido sin poner en revisión lo hecho por la empresa hasta el momento. Encima la decisión de habilitar una ampliación presupuestaria por 250 millones de dólares la tomó luego de las PASO cuando ya había quedado más que clara la tensión a la que están siendo sometidas las reservas internacionales. Si bien el dinero no se tiene que desembolsar ahora, formará parte de la herencia que la administración actual le dejará al presidente electo Alberto Fernández.
Fuente: Econojournal.