Robin Hood, del caballo al skate, ante una posible nueva Tormenta Perfecta
Muy interesante la forma en que el autor concatena alguna de la muchísima información que él habitualmente evalúa. Leer con atención:
La leyenda de Robin Hood cuenta cómo este héroe solidario y justiciero, que habitaba el Bosque de Sherwood, cercano al pueblo de Edwinstowe, en Nottinghamshire, le quitaba la fortuna a la gente adinerada y vinculada a los dominadores extranjeros (normandos) para dárselo a los pobres sajones (locales). Sin embargo nuestra versión local es más austera.
No es un tema menor: para nuestros gobernantes, los jubilados que perciben más de $20.000 mensuales son adinerados, y también también los propietarios con activos mayores a US$ 20.000.
Es un dato significativo acerca del país que imaginan los gobernantes de turno porque es compatible con el volumen recaudatorio imprescindible para financiar el gasto público inelástico a la baja. Un Gobierno revolucionaría el país incorporando una metodología administrativa sencilla, y es una lástima que Gustavo Béliz no lo haya previsto para el discurso de Alberto Fernández: un Presupuesto Base 0.
Para ser revolucionario no se precisan discursos grandilocuentes ni truculentas reasignaciones de riqueza ni anuncios de reformas estructurales. Podría comenzarse con un Presupuesto Base 0, que permitiría debatir el gasto, una ventana de oportunidad para no seguir sumando tributos, impuestos disfrazados, dobles imposiciones y recategorizaciones absurdas.
Estas nuevas normas legales son válidas en la Justicia local y en pesos, sólo para los ciudadanos nativos. En cuanto a las deudas tanto con los organismos multilaterales como los bonistas internacionales, y las inversiones petroleras millonarias, son en dólares y se rigen por leyes internacionales. Esta situación provoca una conclusión: todos somos iguales ante la ley pero a no todos se aplican las mismas leyes: ¿…?
Una pregunta puede llevar a otra: ¿Robin Hood o Hood Robin?
Otra pregunta: ¿Cómo serán compensadas las modificaciones de impacto fiscal ya anunciadas?
Respuesta: Bajando las retenciones a algunos cultivos y a las economías regionales, pero aumentando 3 puntos a la soja (ojalá diferencien entre poroto y harina/aceite, tal como hacen con el trigo). Sumándole unos nuevos impuestos que compensen la pérdida de ingresos fiscales que provoca el congelamiento de los precios a los combustibles y de las tarifas de servicios públicos -en el marco de una fuerte caída del valor del gas y petróleo-, quedará sellado el convenio con el FMI.
Vale la pena destacarlo: el impacto de las obligaciones con el FMI fue sobredimensionado mediáticamente, probablemente como parte de la política de comunicación gubernamental. No llega a superar un dígito del PBI aún cuando dificulte el corto plazo de sus vencimientos… desde 2021.
En cuanto a la dinámica global, hoy atemorizada por las consecuencia del coronavirus, ha puesto a otro gobierno argentino frente a una nueva potencial Tormenta Perfecta. Un escenario similar ya ocurrió en 2008.
De aquella enorme crisis financiera global, que en nuestro egocentrismo autóctono lo focalizamos en las retenciones al campo (la famosa exResolucion 125), deberían haber quedado algunas lecciones, comenzando por considerar que en aquel marzo de 2008 convergieron 3 crisis con ‘efecto domino‘).
En 2020 podría repetirse, si no se activan mecanismos de prevención. En marzo de 2008 ocurrió una fuerte caída en las cotizaciones de acciones, más tarde la ‘corrida’ bancaria -en la cual JP Morgan Chase tuvo que hacerse cargo de Bear Stearns y Bank of America de Merrill Lynch, mientras que Lehman Brothers nunca recibió el salvavidas de Barclays-, y luego el alud corporativo.
En la misma fecha, en la administracion del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires enviaron las primeras cuotas del ABL porteño, incorporando en la misma boleta un nuevo impuesto inmobiliario, a pesar del que los porteños ya tributaban en Bienes Personales. básicamente por el valor de sus propiedades, duplicando así los valores del m2 por barrio, con las distorsiones que esto implica.
Es importante que se debata esto porque el electorado PRO que hay en Ciudad de Buenos Aires a menudo mezcla su condena extrema al antiperonismo con una tolerancia extrema a las decisiones de Mauricio Macri (en 2008) y Horacio Rodríguez Larreta (en 2020).
En 2008, el Gobierno de la Ciudad aplicó a toda la metrópolis una visión que es lógica para Puerto Madero pero no para el territorio restante. Puerto Madero es el único barrio porteño en el que todas las propiedades tiene la misma construcción, todo es homogéneo, hasta el tipo de torres y su antigüedad.
Aplicar criterios de Puerto Madero al resto de la Ciudad llevó a grandes distorsiones así como a la pérdida de valor de las propiedades de otros barrios donde hay heterogeneidad en el tipo de propiedades y su antigüedad, revalorizando las torres que se han revalorizado respecto de los barrios históricamente mejor valorados.
En ese contexto de 2008 (Macri quería incrementar la recaudación en la Ciudad), se lanzó la famosa Resolución 125, en un año de sequía (o sea productores sin trabajo en sus establecimientos, mucho tiempo disponible para otras tareas), y el campo encontró el apoyo de las clases medias urbanas enojadas por la presión tributaria que endilgaron 100% a la Nación cuando, en verdad, había responsabilidad compartidas con la Ciudad.
En 2020 prevalece un ‘efecto recaudación‘ que ‘nacionaliza’ aquella situación de 2008, y esto es grave. Deberían verlo venir.
Otra vez en marzo, pero 8 años después, las consecuencias del coronavirus han provocado una caída histórica en los mercados accionarios, que adelanta una gran desaceleración económica a causa de que finaliza un prolongado ciclo alcista en los mercados de valores.
El gobierno de Donald Trump venía prorrogando la vigencia del ciclo alcista, y el Presidente estadounidense hasta se enfrentó con la Reserva Federal para que buscara la forma de sostener el ciclo hasta las elecciones de noviembre, a cualquier precio. Pero el ciclo estaba terminado. Bajar las tasas de interés era la forma de concederle sobrevida, aún cuando la Reserva Federal debatía el eventual impacto inflacionario de la medida.
El Gobierno argentino anunciará en las próximas semanas el aumento de los derechos de exportación a la soja y un revalúo de las propiedades que clasifiquen para Bienes Personales, castigando de esta manera a los bienes en el exterior pero no beneficiando a quienes blanquearon sus activos.
Esto muestra en forma muy nítida la necesidad fiscal impuesta por el FMI a la Administración Fernández.
Es curioso la decisión del FMI de desconocer la advertencia de Arthur Laffer: que mayores impuestos a sociedades, con alta carga impositiva, puede generar -contrariamente a lo proyectado- una caída en la recaudación fiscal.
Si bien el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos es una buena noticia para los consumidores, la baja del petróleo a US$ 50 el barril y el gas a menos de US$ 2 el millón del BTU hacen inviable las inversiones en Vaca Muerta.
Para que sea redituable la explotación ‘shale’ debería tener el petróleo un valor superior a los US$ 70, dejando demasiado expuestos a los ejecutivos de las petroleras que utilizan el fracking como metodología de explotación. Las pérdidas de las empresas petroleras que operan en el ‘shale‘ y la desinversión en Vaca muerta no depende tanto de normativas específicas sino si del valor del petróleo y el gas en el mercado global, que alcancen niveles suficientes para absorber los costos.
En el mientras tanto, deberemos esperar, a nivel internacional, una baja de interés de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo, ya casi en 0%. Otra vez: ¿…?
Mientras tanto, en nuestra tierras, nuestro Robin Hood deberá dejar el caballo del legendario héroe y conseguirse una patineta (skate board) para mantener el equilibrio que le impone la cuestión doméstica.
No puede ignorarse que, más allá que ayude la crisis global por la caída de la tasa de interés, puede perjudicar al mayor tenedor de bonos públicos: el conglomerado de jubilados. Sucede que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que gestiona la Administración Nacional de Seguridad Social, está sufriendo una erosión importante por la incorporación permanente de nuevos beneficarios que no realizaron aportes equivalentes.
Fuente: Urgente 24.