Según Fiel, la producción industrial cayó 2,2% en julio
Tras el fuerte repunte de junio, hubo una caída en julio, pero no sería un cambio de tendencia. Los números del Gobierno.
Según informó ayer la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel), la producción industrial marcó en julio una baja del 2,2% desestacionalizada respecto a junio. Dicha merma responde a un “proceso de normalización”, luego del fuerte repunte que implicó el sexto mes de 2021.
“Todos los indicadores que permiten evaluar la sostenibilidad de la fase cíclica de recuperación transitan por un proceso de normalización, luego de haber alcanzado máximos entre marzo y abril pasado”, explicaron desde Fiel. Por su parte, la difusión sectorial de la recuperación mostró una merma “esperada” en comparación con los meses de mayo a julio de 2020 cuando comenzaba a ampliarse el número de plantas y sectores industriales en actividad después del confinamiento.
De acuerdo con el Índice de Producción Industrial (IPI) de la entidad, la producción recortó durante julio el ritmo de mejora interanual hasta 14,3%. A nivel desagregado, todas las actividades mostraron un avance respecto al mismo mes del año pasado con un destacado desempeño del sector automotriz, la siderurgia y la metalmecánica. Por su parte, alimentos y bebidas, con el aporte de aceites, gaseosas y cervezas, compensó el retroceso de la faena vacuna y un “impasse” de la lechería en el mes.
En tanto, los minerales no metálicos (insumos de la construcción) operaron en niveles cercanos al récord de actividad de noviembre de 2017, con un ritmo menor en los despachos asociados a pequeñas obras. Estas últimas habían dinamizado la recuperación del sector en la segunda mitad de 2020
“Desde Brasil se tiene una moderación en los indicadores de confianza y expectativas de crecimiento, tras un nuevo ajuste de la tasa de política monetaria (Selic) para contener el despegue de la inflación”, agregó Fiel en su informe.
Respecto a junio, la actividad industrial local avanzó 0,9% con estacionalidad, muy por debajo del promedio mensual histórico para ese mes. “Esto se explica fundamentalmente por las paradas técnicas por adecuación de líneas de producción y mantenimiento en el sector automotriz y de químicos y plásticos”, resaltó el reporte. Con todo, para los primeros siete meses del año la producción industrial acumuló un alza de 21,9% en comparación con el periodo enero-julio del año pasado.
Durante ese lapso, la producción automotriz continuó liderando el crecimiento con una mejora anual de 110,5%. Del mismo modo, con una suba acumulada entre enero y julio superior al promedio, se encontró el sector de minerales no metálicos que crece 43,8%, seguido de la producción metalmecánica (+39.3%) y la siderúrgica (+37.7%).
Avanzando por debajo del promedio de la industria, se ubicaron los despachos de cigarrillos (+17,2%), la producción de insumos químicos y plásticos (+15,3%), la refinación de petróleo (+11,4%), la producción de alimentos y bebidas (+5,2%) y la de insumos textiles (+0,7%). Finalmente, la producción de papel y celulosa registró en el periodo un nivel “ligeramente” por debajo (-0,3%) del observado en el mismo lapso de 2020.
Fiel subrayó que en los primeros siete meses del año, y en la comparación interanual, cuatro ramas explicaron cerca del 70% de la recuperación de la industria. En primer lugar quedó la actividad metalmecánica, que aportó el 27% del total, seguida de la industria automotriz, la producción de químicos y plásticos y la de minerales no metálicos
Tipos de bienes
En la clasificación por tipo de bien, el ranking continúa siendo liderado por los bienes de capital que acumularon una mejora de 65,8% en los primeros siete meses y en la comparación interanual. Le siguieron la producción de bienes de consumo durable con un crecimiento acumulado de 49% entre enero y julio respecto al mismo periodo del año anterior. “El avance de la industria automotriz, maquinaria agrícola y durables de la línea blanca explican estos desempeños”, detalló el trabajo.
Por su parte, los bienes de uso intermedio tuvieron una mejora de 20,5% en siete meses y realizaron el mayor aporte al crecimiento de la producción industrial, a partir del avance de los químicos y plásticos, la refinación de petróleo, la siderurgia y los minerales no metálicos. Finalmente, rezagados en su recuperación y aporte al crecimiento industrial en este año se encontraron los bienes de consumo no durable, que mostraron una suba de 6,7% en los primeros siete meses del año y en la comparación interanual.
Ferreres dijo -1,6%
El martes, el IPI de Ferreres había dicho que la actividad fabril se retrajo 1,6% mensual el mes pasado. La baja, dijeron, fue provocada principalmente por los menores niveles de producción en el sector automotriz, en la industria del crushing y en la elaboración de agroquímicos.
La baja, sugirieron, fue algo transitorio. “Ya para los próximos meses anticipamos cierto repunte de la producción industrial, apuntalada por las medidas desde el Gobierno para reforzar el consumo y la actividad, y por una situación sanitaria por ahora más controlada”, dijeron.
Proyecciones
“En el corto plazo, habrá factores que desacelerarán el crecimiento de la industria respecto del primer semestre, manteniéndose la fase cíclica de recuperación industrial a partir de la salida del momento crítico de pandemia”, concluyó Fiel.
El Gobierno maneja datos adelantados que indicarían una baja mensual incluso mayor a la que estimó Fiel. El CEP XXI, que funciona bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo, estimó una caída del 3,9% para julio aunque “no sería un cambio de tendencia en la recuperación”.
“El dato de junio fue extraordinariamente elevado, probablemente por cierta recomposición de stocks tras el parate de finales de mayo, y por eso estimamos una caída en el séptimo mes. A eso se suma lo ocurrido en la industria automotriz, que produjo 8.100 vehículos menos que en junio por paradas por vacaciones de invierno en las cuatro principales terminales y, también, por faltante de insumos (semiconductores) a nivel global”, sostuvieron.
Fuente: El Economista