Shell prevé un mercado global del LNG con precios altos en los próximos años si no aumentan las inversiones para sumar oferta
La petrolera anticipa que habrá una brecha entre la oferta y la demanda del combustibles en los próximos años. Se necesitarán más inversiones para atender la demanda creciente de Asia. La Agencia Internacional de la Energía proyecta una desaceleración en el crecimiento de la demanda de LNG en 2022.
La petrolera Shell anticipa que el mercado global del Gas Natural Licuado (LNG, según sus siglas en inglés) permanecerá ajustado en los próximos años si no aumentan las inversiones para sumar más oferta. La volatilidad reciente en el mercado mundial del LNG “enfatiza la necesidad de un enfoque más estratégico para asegurar un suministro de gas confiable y flexible en el futuro para evitar la exposición a aumentos en los precios”, marcó la compañía. El escenario afecta de lleno a la Argentina, la cual depende de las importaciones de LNG para garantizar el suministro de gas en el invierno.
En su nuevo reporte anual del mercado de LNG, la empresa llamó a incrementar las inversiones para evitar faltantes y poder abastecer la creciente demanda de Asia y de China en particular. “Se pronostica que surgirá una brecha entre la oferta y la demanda de LNG a mediados de la década de 2020, que centra la atención en la necesidad de una mayor inversión para aumentar la oferta y satisfacer la creciente demanda, especialmente en Asia”, señaló en un comunicado.
La demanda mundial de LNG podría superar las 700 millones de toneladas al año para 2040, un aumento del 90% con respecto a la demanda de 2021. “Se espera que Asia consuma la mayor parte de este crecimiento a medida que disminuya la producción doméstica de gas, crezcan las economías regionales y el LNG reemplace las fuentes de energía con mayores emisiones, lo que ayudará a abordar las preocupaciones sobre la calidad del aire y a avanzar hacia los objetivos de emisiones de carbono”, dijo Shell.
Demanda creciente y rol del GNL
Shell destacó la evolución en la demanda reciente y el rol protagónico que el combustible esta ganando en la transición energética. Las exportaciones de LNG crecieron en 2021 a pesar de una serie de cortes inesperados que afectaron el despecho de cargamentos. Estados Unidos exportó 24 millones de toneladas más que en 2020 y se espera que se convierta en el mayor exportador de LNG del mundo en 2022.
El crecimiento de la demanda en 2021 se vio impulsado por las crecientes importaciones de Asia y la sequía en Brasil. China y Corea del Sur lideraron el crecimiento de la demanda de LNG en 2021. China aumentó sus importaciones en 12 millones de toneladas, totalizando 79 millones. Se convirtió en el mayor importador de LNG del mundo, superando a Japón.
El crecimiento de la demanda china de gas se vio reflejado en la firma de múltiples contratos a largo plazo. “Durante 2021, los compradores chinos de LNG firmaron contratos a largo plazo por más de 20 millones de toneladas al año, lo que indica un papel continuo para el LNG en el cambio de carbón a gas en sectores clave y ayuda a alcanzar su ambición de ser neutral en carbono para 2060”, marcó la petrolera.
En ese sentido, Wael Sawan, director de soluciones integradas de gas, renovables y energía de Shell, destacó el creciente aporte del LNG en la transición energética. “A medida que los países desarrollen sistemas de energía bajos en carbono y persigan objetivos de emisiones netas cero, centrarse en formas más limpias de gas y medidas de descarbonización ayudarán a que el LNG siga siendo una fuente de energía confiable y flexible en las próximas décadas”, marcó Sawan.
La compañía destacó el rol flexible del LNG para acompañar la generación variable de las energías renovables y suplir a países con problemas puntuales en su suministro de energía, como fue el caso de Brasil. “Brasil, por ejemplo, triplicó las importaciones de LNG durante 2021, a más de 7 millones de toneladas, ya que el clima seco persistente condujo a una generación de energía hidroeléctrica más débil”, dijo Shell.
Demanda de LNG en 2022
La Agencia Internacional de la Energía (IEA) también destacó el aumento reciente de la demanda de LNG, pero advirtió que los altos precios del gas pueden frenar el crecimiento.
La agencia destacó en su último reporte trimestral sobre mercados de gas que el consumo mundial de gas natural repuntó un 4,6% en 2021, “más del doble de la caída observada en 2020”. El mayor consumo se vio reflejado en una expansión del 6% en el comercio mundial de LNG en 2021, mucho mayor que el 1% de crecimiento registrado en 2020. Asia lideró el crecimiento de las importaciones de GNL en 2021, debido a un clima frío y una fuerte recuperación económica.
No obstante, IEA advirtió que la oferta no siguió el ritmo de la demanda, conduciendo a mercados ajustados y fuertes aumentos de precios que pusieron un freno al crecimiento de la demanda de gas en la segunda mitad de 2021. La agencia espera que esta situación se repita en 2022. “Asumiendo temperaturas normales, se espera que el crecimiento del mercado del gas natural se vea frenado debido a mayores precios del gas y una expansión económica más suave, mientras que las tensiones de suministro puede que disminuyan a medida que la capacidad fuera de servicio regresa gradualmente”, señaló en el reporte. A este escenario hay que sumarle las tensiones geopolíticas provocadas, por ejemplo, por las disputas entre Rusia, Estados Unidos y Europa en torno a Ucrania. De hecho, este martes Alemania suspendió temporariamente el proceso de certificación del gasoducto Nordstream II que lleva gas de Rusia a Europa Occidental.
La agencia anticipa que el crecimiento del comercio mundial de LNG se desacelerará este año al 4% a medida que la expansión de la demanda en Asia se modere y la sequía en Sudamérica ceda con la consecuente disminución de las importaciones en esa región. Asia representará todo el crecimiento neto en las importaciones de LNG de este año. China seguirá siendo el más grande contribuyente al crecimiento de las mismas, pero el crecimiento caerá al 9% debido al aumento de los flujos a través de los gasoductos desde Rusia y la desaceleración general en el crecimiento de la demanda de gas.
Fuente: Econo Journal