Sin contratos energéticos en dólares, no habrá nuevos grandes proyectos
Los pequeños emprendimientos enmarcados en la Ley de Generación Distribuida y en los contratos denominados MATER (Mercado a Término de Energías Renovables) toman relevancia en la agenda del sector de las energías limpias ante la falta de nuevas licitaciones para proyectos grandes de parques eólicos y solares en el mediano plazo.
La variable financiera es hoy la principal barrera para el desarrollo de proyectos de generación de energía de fuentes renovables, pero no es la única; otra de las restricciones fuertes es la reducida capacidad de despacho en las redes de transmisión, y se suma a la lista la decisión del Gobierno de Alberto Fernández de que la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) no acepte más contratos en dólares, como sí se hizo durante el mandato de Mauricio Macri.
Frente a este escenario, referentes del sector energético ponen en duda que el país logre cumplir con los objetivos planteados por la Ley 27.191 de Fomento para el Uso de Fuentes Renovables para la Generación, que supone la incorporación de 10.000 MW de energías alternativas a las de origen fósil a la red eléctrica para el año 2025, con lo que se alcanzaría a completar un 20% de la matriz energética argentina.
Desde el Gobierno Nacional, por caso, confían en que sí alcanzará para lograr la meta planteada en la norma la energía que se pueda llegar a agregar a partir del desarrollo de nuevos proyectos enmarcados en la Ley de Generación Distribuida y en los contratos denominados MATER (Mercado a Término de Energías Renovables), que es la alternativa para los grandes usuarios que quieren cubrir su cuota de energía renovable por medio de contratos privados. De esta manera, se desprende que al menos en los primeros años de la administración de Alberto Fernández no va a haber licitaciones públicas para construir grandes parques eólicos, solares o de bioenergía.
Los RenovAr
En cuanto a los contratos ya firmados en el marco de lo que se denominó como las Rondas RenovAr en la administración anterior, los que ya se ejecutaron y entraron en operación se van a continuar tal como quedaron plasmados. Los que están en construcción pero con algún atraso en su desarrollo, se van a rever uno por uno, es decir cuáles son las penalidades y poner a consideración las causas de las demoras.
En último término, existen emprendimientos que se van a rescindir y son los que si bien fueron adjudicados aún no han arrancado y no tienen el financiamiento aterrizado.
“Los proyectos de generación distribuida son los que más van a crecer porque es algo que está al alcance de las Pymes y termina siendo conveniente, en términos económicos, poner un sistema de generación de energía solar o eólica en el techo de la fábrica o en la fachada del comercio y venderle la energía que le sobra los fines de semana a la distribuidora”, estima en diálogo con SCP Marcelo Álvarez, consultor y especialista en la materia, quien hasta el año pasado lideró la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER).
Autogeneración
La Ley 27.424 de Generación Distribuida permite a los usuarios del sistema eléctrico interconectado autogenerarse con energías que obtengan de la producción de paneles solares, tecnologías de biomasa y biogás, turbinas hidroeléctricas o aerogeneradores de baja potencia e inyectar el excedente de generación si lo hubiera a la red en todo el territorio. Además, la normativa establece una exención de los impuestos de IVA y Ganancias para los usuarios generadores, residenciales o pymes pequeñas, solamente para cuando inyecten energía a la red.
Se calcula que un hogar con consumo promedio de 300 kv/h mensual tardará 7 años en recuperar la inversión de entre 6 y 8 paneles solares. Para ello requiere un gasto inicial de instalación de entre 3 y 4 mil dólares. Una pyme, por caso, deberá invertir cerca de 25.000 dólares.
“Son proyectos chicos que pueden ser instalados en domicilios particulares, en comercios o pequeñas industrias, y creo que es el nicho que más se va a mover porque hay una política de inventivos a la inversión inicial. Para las empresas o personas jurídicas, esos incentivos financian parte del capital inicial en créditos fiscales”, explica Álvarez. Agrega que también “se espera que haya financiamiento de banca pública para los domiciliarios porque hay un fondo asociado para hacer eso” en referencia al Fondo para la Generación Distribuida de Energías Renovables (FODIS).
El FODIS es un instrumento para incentivar la instalación de este tipo de equipamiento a través de préstamos, subsidios o bonificación de tasas de interés para créditos y cuyo funcionamiento quedó descrito en la reglamentación de la Ley a fines de 2018.
En relación con los contratos MATER, el experto opina que no van a tener mayor protagonismo porque “la mayoría de los que tienen capacidad para contratar energía a diez años (una de las condiciones que plantea la modalidad) ya lo hicieron en renovables, y el resto está esperando a ver qué pasa porque tanto la incertidumbre como los precios en la energía son altos”.
El uso de las renovables
En diciembre de 2019, las energías renovables representaron un 8,2% de la matriz energética nacional, poco menos de la mitad de lo que se aspira a llegar en cinco años para cumplir con la Ley. El promedio anual fue de 6% de participación sobre la demanda, según datos de CAMMESA.
Según Álvarez, para conseguir llegar a las metas que obliga la legislación vigente va a hacer falta que se reactive el sector de renovables “con financiamiento en términos razonables” y que se hagan “las inversiones necesarias para ampliar la capacidad de transporte en redes, para poder transportar a CAMMESA desde los centros eólicos y solares más competitivos, sobre todo desde los lugares donde mayor recurso hay”, completa.
La limitación en la capacidad de transporte abarca a todas las formas de generación energética, aunque en el caso de la eólica es mayor porque se observan importantes restricciones en las zonas de mayor recurso eólico, como en la región de la Patagonia, en la provincia de Buenos Aires y Comahue.
Fuente: La Opinión Austral.