Sin posibilidades de ajuste de tarifas TGN y TGS ven peligrar sus planes
Mientras las distribuidoras de gas podrán aplicar un aumento del 6% a las facturas que envía todos los meses a sus clientes, las transportadoras deberán mantener sus tarifas congeladas por orden del Gobierno.
La decisión complica todavía más las cuentas de las dos más grandes compañías de este sector como son Transportadora de Gas del Norte (TGN) y Transportadora de Gas del Sur (TGS).
Ambas son las encargadas de suministrar el insumo a las distribuidoras del estilo de Metrogas para que éstas, a su vez, lo comercialicen entre sus clientes.
De hecho, en el componente tarifario, el transporte de gas representa un 13% del total de la factura, mientras que la distribución llega a un 27% y el resto se conforma por otros factores como impuestos y el valor del gas en boca de pozo.
En el caso de la distribución, el incremento del 6% permitido por las autoridades nacionales, según cálculos de Metrogas, implicará valores adicionales de entre $85 y $120 mensuales para sus clientes, lo cual no parece generar un gran gasto adicional para los usuarios y tampoco resolver los graves problemas financieros que sufren tanto la empresa propiedad de la petrolera estatal YPF como el resto de las distribuidoras del país.
En cuanto al futuro de TGN y TGS también continuará siendo incierto, a partir de la determinación adoptada por el Ministerio de Economía, a través del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), para que los precios a los que deben vender sigan congelados, amparándose en el decreto presidencial que estableció un régimen tarifario transitorio («RTT»).
El proceso implica no sólo que las tarifas de TGN y de TGS continuarán congeladas sino también que ambas empresas tienen la obligación de continuar prestando el servicio de transporte de gas; no podrán distribuir dividendos ni pagar anticipadamente préstamos con accionistas (excepto autorización del Enargas).
Tampoco se les permite adquirir empresas u otorgar créditos (excepto a usuarios o contratistas que no sean nuestros accionistas), ni encarar inversiones nuevas durante el plazo que dure la renegociación integral del contrato que el Gobierno estima será de dos años, como mínimo.
Y como se trata de promesas de inversión que se incluyeron en el anterior proceso de renegociación tarifaria alcanzado en el 2017 con el gobierno del ex presidente Mauricio Macri, se encuentran bajo investigación por parte del Enargas que está llevando adelante una auditoría, para evaluar su grado de cumplimiento.
Asimismo, el proceso contempla la posibilidad de que el Enargas ajuste las tarifas de TGN y TGS recién a partir del 1 de abril del 2022 con lo cual sumarán tres años sin cambios en sus ingresos, con un nivel de inflación anual que supera el 45% en promedio.
Además habrá que tener en cuenta si dentro de un año las condiciones de la economía permiten ese revalúo tarifario a partir también del factor ideológico que el kirchnersimo le aplica al sector de los servicios públicos al considerar que el Estado debe subsidiar el mayor porcentaje posible de la tarifa que paga la sociedad no sólo por el gas sino también por la electricidad, además de la telefonía; la televisión por cable e internet.
De hecho, el propio interventor del Enargas, Federico Bernal, ha dicho públicamente que el actual nivel de tarifas permite a las transportadoras de gas la prestación adecuada del servicio, les garantiza la confiabilidad y la seguridad de las instalaciones.
El funcionario entiende que las tarifas de ambas transportistas han registrado un aumento porcentual superior a la variación de todos los demás índices analizados, desde el inicio de los acuerdos transitorios del 2016, y advierte que, de haberse continuado con los ajustes semestrales a partir de octubre del 2019, la proyección observada exhibe que la variación acumulada también habría sido mayor a la observada en los restantes índices analizados.
Incertidumbre empresaria
En las empresas hasta ahora hubo silencio y solamente se manifestaron sobre las medidas en sendas cartas que enviaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV), en las cuales anticipan que se encuentran «analizando el alcance de dichas resoluciones y evaluando las acciones a tomar en protección de nuestros derechos».
Durante las audiencias públicas que se llevaron a cabo en abril pasado para discutir los aumentos tarifarios, el enviado de TGN pidió la «necesaria e ineludible» aprobación de la renegociación tarifaria que habían concretado con Macri para poder alcanzar un nivel de ingresos mínimo, que permita mantener la sustentabilidad en la prestación del servicio público de transporte, mientras se recorre el camino de renegociación tarifaria que la actual administración nacional ha iniciado a partir de la sanción del Decreto N° 1020/20.
En tanto, el representante de TGS agregó que, dada la situación económica y social del país, sin perjuicio de que ello implique la renuncia al incremento tarifario no aplicado, y con el propósito de habilitar el inicio del nuevo proceso de RTI que permita lograr la recomposición de su Licencia conforme el marco regulatorio, se proponía la aplicación de un incremento de transición.
TGS informó una utilidad integral por $3.909 millones contra $4.873 millones del mismo trimestre del 2020, con ingresos por ventas totales que disminuyeron en $694 millones, principalmente como consecuencia de la caída del segmento de transporte de gas natural.
Lo cierto es que no lograron el objetivo y deberán esperar por lo menos un año para recibir algún tipo de mejora en sus ingresos que actualmente se encuentran en caída, tal como se evidencia en los balances presentados por las empresas sobre el primer trimestre del año.
Entre enero y marzo pasados, logró ventas por $5.328 contra $7.724 millones del primer trimestre del año pasado. Es decir, una caída de $2.396 millones que la empresa atribuye a la falta de actualización nominal de las tarifas, cuyo último incremento data de abril de 2019, y el impacto negativo que la evolución de la inflación tiene sobre ellas.
En este marco, la estrategia futura de TGS apunta de todos modos a buscar nuevas oportunidades de negocios con foco en Vaca Muerta, además de generar canales de diálogo válidos y constructivos con las autoridades que le permitan gestionar el negocio de manera rentable y eficiente acorde al desarrollo energético del país, considerando las necesidades de las demandas interna.
Por su parte, TGN tuvo también un primer trimestre con caída de ingresos y, a diferencia de TGS, con pérdidas que ascendieron a $702,7 millones contra una ganancia de $1.142,8 millones en igual trimestre del 2020, principalmente explicado por una menor ganancia operativa.
Las ventas de la compañía sumaron $3.902,4 millones representando una reducción del 36,4% en comparación con el mismo período del año pasado cuando alcanzaron los $6.134,7 millones. Dicha disminución responde principalmente a la suspensión de los ajustes tarifarios en un contexto de aceleración de la inflación y a un menor transporte con destino a exportación.