Sorpresa en las empresas por la postergación del aumento de la luz
El costo de generación eléctrica tiene una parte en dólares. Las tarifas no aumentan desde febrero de 2019. Todo indica que podrían subir más los subsidios.
Las distribuidores eléctricas quedaron sorprendidas por las declaraciones del secretario de Energía. Cammesa, la administradora mayorista del sistema eléctrico, tiene previsto empezar a regularizar las deudas del sector y ordenar las cuentas. Para eso, se habló de un aumento en los costos de generación -lo que pagan las distribuidoras por el suministro eléctrico- que se haría desde diciembre, para aplicar en enero.
En las conversaciones que venía manteniendo, el Gobierno les había expresado que ese componente -el VAD- no iba a registrar aumentos en esta tanda, pero si quizás más adelante.
El secretario Martínez anticipó que habrá cortes de luz en el verano. Se estima que habrá mayor consumo por parte de los hogares, y que eso también podría repercutir en el tendido. No hay aumentos de tarifas desde febrero de 2019.
Una parte del costo de generación eléctrica está en dólares. En febrero de 2019, el tipo de cambio oficial estaba en torno a los $ 41. Ahora, es el doble. De esa forma, una parte de los costos subió al doble. Si no aplica el aumento, el Gobierno puede recurrir a mayores subsidios.
Cammesa se comerá $ 446.000 millones del presupuesto público en 2021. La empresa mayorista de control estatal demandará esos fondos para pagar la generación eléctrica. Las distribuidoras no alcanzan a pagar, con sus propios fondos, el costo de la generación eléctrica. «Se contempla que la cobertura del costo eléctrico financiado por medio de las tarifas abonada por los usuarios alcance al 43% en 2021, marcando una disminución con respecto a la cobertura del 55% estimada para 2020», dice la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Sin embargo, por las continúas re asignaciones presupuestarias, las cifras pueden elevarse. Es lo que está pasando este año. Todas las partidas para subsidios previstas inicialmente ya se agotaron, así que el Gobierno gastará más de lo que se imaginaba.
Durante el período 2016-2019, con los fuertes aumentos de tarifas, se redujo el peso de los subsidios energéticos sobre el total del PBI, con el consecuente ahorro fiscal en ese sentido. Ahora, las subvenciones comienzan a comerse una mayor parte del presupuesto, como sucedió en los dos mandatos de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta.
Los subsidios energéticos representaron entre 1,2% y 1,1% del PBI entre 2017 y 2019, por el efecto del aumento de tarifas. Fue el período con subvenciones más bajas a la energía desde 2010, según un análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso sobre los números de la ley de Presupuesto previsto para 2021.
El Gobierno ya lleva destinados $ 3,3 billones a subsidios económicos, lo que representa un aumento del 75% con respecto a la misma erogación a octubre de 2019.
La mayorista Cammesa también viene sosteniendo niveles de gastos que duplican los de 2019. En caso de no haber aumentos de tarifas, todo indica que seguirán creciendo.
Fuente: Clarín.