Todos por el litio: uno por uno, los nuevos proyectos argentinos y las empresas que están detrás
La Argentina es el cuarto productor mundial con inversiones esperadas de más de US $5000 millones y proyecciones de llegar a US $10 millones. Las grandes mineras invierten en proyectos locales. Oro, plata y cobre completan la lista de posibilidades.
Todos por el litio: uno por uno, los nuevos proyectos argentinos y las empresas que están detrás
La tecnología -con la electromovilidad y la transición energética como grandes motores- es hoy la mayor demandante de la minería global. Con el litio a la cabeza, seguido por el cobre y otros metales como la plata y el oro, la Argentina se ubicó en el radar internacional de esa búsqueda, y ya comenzó a recibir millonarias inversiones para explotar todos los recursos en los que el país es rico.
Capitales canadienses, norteamericanos, chinos y australianos llegan para instalarse en diferentes proyectos de gran envergadura. Las miradas se concentran en la estrella argentina, todos vienen por el litio.
Pero el contexto económico doméstico todavía no es el más conveniente para seducir los mayores capitales que buscan oportunidades.
Según los expertos, las inversiones en la Argentina podrían multiplicarse 20 veces con una mayor estabilidad cambiaria y reglas claras a largo plazo. Lo mismo las exportaciones, que podrían pasar solo en litio de los US$ 200 millones del año pasado a US$ 4000 millones anuales en 2027.
Lo ideal, dicen los empresarios del sector, sería llegar a un consenso como se logró con Vaca Muerta para el desarrollo del shale. Apoyo, regulaciones e incentivos del Estado, para que las empresas inviertan y aporten.
Aun con los problemas locales, el potencial del país es tan grande que todos quieren explorar el suelo argentino y sobre todo, el litio argentino.
El país es el segundo del mundo con mayores reservas y el cuarto productor mundial hoy. Se espera que durante este año la producción de litio se duplique, según la Cámara de Empresarios Mineros (CAEM). Serán los sectores relacionados con la electromovilidad y el cambio de paradigma energético quienes impulsan el crecimiento de esa demanda.
El mercado de vehículos eléctricos (VE) por el almacenamiento de baterías es uno de los principales necesitados de litio. En el mundo hoy hay alrededor de 10 millones de VE.
La International Energy Agency proyecta que llegará a 66 millones en 2025, a 137 millones en 2030 y dará un salto sustancial en 2040, cuando el stock total superará los 380 millones.
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La tecnología necesaria para las energías renovables es el otro gran demandante con notable interés mundial aumentado desde los inicios de la guerra en Ucrania, que desencadenó un encarecimiento de la energía, por su escasez, en todo el planeta. Para los ‘fierros’ de la industria renovable, el litio es esencial.
En el mundo hoy hay alrededor de 10 millones de vehículos eléctricos, cuyas baterías demandan litio
PROYECTOS DE LITIO, UNO POR UNO
La Argentina tiene hoy solo dos proyectos de litio en producción: Fénix, iniciado en 1997 en Catamarca, y Olaroz en Jujuy, que realizó su primera exportación en 2015. Ambos yacimientos tienen en marcha planes de expansión.
Fénix, operado por un major estadounidense, ya tiene contrato cerrado con BMW Group. Es por US$ 300 millones, con la minera que opera el proyecto de Catamarca, y convierte a la Argentina en el segundo proveedor global de la marca de autos de lujo detrás de Australia.
La proyección de la Secretaría de Minería es que entre ambos proyectos producirán 37.000 toneladas de carbonato de litio este año.
A la carrera por el litio se le suma la próxima entrada en producción de Caucharí Olaroz (en Jujuy, con una inversión estimada de US$ 741 millones) a comienzos del año próximo, con lo que su producción aumentaría a 80.000 toneladas.
Este proyecto es operado por Minera Exar (de la canadiense Lithium Americas y la china Jiangxi Ganfeng Lithium y con una pequeña participación de la provincial JEMSE). Se sumará a Sales de Jujuy, un proyecto que pertenece a la minera australiana Orocobre, Toyota Tsuho y JEMSE.
Un gran salto se dará en 2024, cuando comiencen a sumarse los proyectos más avanzados como Centenario Ratones (de la francesa Eramine que tendrá una inversión de US$ 750 millones), Salar del Rincón (con el proyecto Puna Mining, que está terminando de construir su planta piloto operada por la australiana Argosy Minerals Limited), Sal de Vida (de la australianas Allkem -Orocobre y Galaxy Resources-), 3 Quebradas, Pastos Grandes y Sal de Oro (operado por la surcoreana Posco en el Salar del Hombre Muerto, donde se construye la planta de producción con una inversión de US$ 1700 millones).
Uno de los grandes deals del año es el que involucra a Rincón en Salta, luego de que Río Tinto (la angloaustraliana que pagó US$ 825 millones a Rincón Mining por Salar de Rincón) firmara un contrato para abastecer a Ford del litio ‘calidad batería’, para las que impulsan sus autos eléctricos.
Guillermo Calo, managing director de Rincón Lithium Project Rio Tinto, dice a APERTURA que «hoy los clientes no son un problema. Nos tocan la puerta todos los días en busca de nuestro producto. Realmente nosotros no tenemos problemas cambiarios que afectan a otras compañías porque nuestro capital está afuera, no necesitamos pedirle al Banco Central dólares para importar en esta etapa».
Río Tinto es la segunda minera más grande del mundo. Se había ido de la Argentina en 2012 por una restructuración de la propia compañía y decidió volver el año pasado con la compra de Rincón.
La compañía minera Rio Tinto se comprometió ante el ministro de Economía, Sergio Massa, a avanzar en su proyecto de inversión para el proyecto litio Rincón
El plan ahora consiste en la construcción de una planta industrial pequeña para estar rápido en el mercado. Entrarán en producción a principios de 2024, se construirá una pista de aterrizaje y una línea eléctrica y se está llevando adelante un estudio de factibilidad para una planta industrial mayor.
El ejecutivo es muy optimista. Dijo que con los más de «27 proyectos que hay en etapa de factibilidad, podríamos ser el tercer mayor productor de litio en pocos años». Y de hecho la compañía, estudia involucrarse en otros proyectos e incluso, en otros minerales.
Calo no se equivoca. Con todos los planes actuales, la Argentina es el país con más proyectos en curso de explotación de litio, de acuerdo con un relevamiento de la consultora de comercio exterior B&B.
Las inversiones esperadas en los proyectos de litio más avanzados suman más de US$ 5000 millones en el corto plazo, con proyecciones de llegar a US$ 10 millones.
En Tres Quebradas, la inversión llegará a casi US$ 800 millones, de un proyecto original de US$ 371 millones. Tomas de Pablos, el presidente de Liex, la empresa que opera el proyecto catamarqueño, subsidiaria del gigante minero chino Zijin, explicó que la compañía aprovechó incentivos nacionales para expandirse este año.
Los beneficios que consiguieron por entrar al Régimen de Fomento de Inversión para las Exportaciones (que flexibiliza las trabas cambiarias), fueron decisivos para encarar la ampliación y duplicar la inversión.
En cuanto al litio, las inversiones de origen chino se destacan. Esto se relaciona con que China es también el mayor destino de este mineral, y donde se ubica la mayor cantidad de fábricas de baterías para los autos eléctricos. También hay inversores de Australia, Estados Unidos o Canadá entre los que han mostrado mayor interés.
Litio de calidad batería
Pero si bien el litio tiene todas las miradas, ¿es el mineral fuerte de Argentina?, preguntó APERTURA al presidente de la CAEM, Franco Mignacco.
«Argentina tiene la ventaja de tener fortaleza en varios minerales: se destacan el litio y el cobre y los proyectos de oro y plata. A esto se suman los áridos, la cal y las arenas para fracking. Cuando se piensa en el impacto positivo de la electromovilidad y las tecnologías de energías limpias, debe recordarse que, además del litio, también impulsarán la demanda de cobre y de otros minerales. Pero además del gran dinamismo que se mostró este año en el litio, en cobre el país cuenta con importantes proyectos.
Entre ellos, Josemaría, es el más cercano a iniciar la producción. A este se sumarán MARA, Pachón, Los Azules y Taca Taca. Y si se piensa en la minería como generadora de divisas, no puede perderse de vista que 60 por ciento de las exportaciones mineras nacionales corresponden al oro. Lo siguen la plata con el 21 por ciento y luego el litio, con el 12 por ciento», explicó.
Las exportaciones de oro, de hecho, subieron un 26 por ciento en relación al año pasado. Y la Argentina sumó un nuevo yacimiento aurífero, Lindero, en la provincia de Salta. El país es además el noveno productor mundial de plata y en la Patagonia, los yacimientos de oro y plata se encuentran en expansión.
La industria minera argentina tendrá un rol fundamental en los procesos de disminución de emisiones de carbono a partir de su aporte de otro mineral que concentra miradas y no es el litio sino el cobre. La demanda de este metal se multiplicará por tres en las próximas dos décadas. E irá en aumento a medida que los países intensifican sus ambiciones climáticas.
Compartiendo la misma cordillera y el cobre como un recurso abundante, Chile exportó 20 veces más que la Argentina el año pasado. Fueron US $3300 millones de este lado del continente versus US $62.000 millones en el país vecino.
Los proyectos de cobre demandan casi cinco veces la inversión en un proyecto de litio. Un proyecto de cobre demanda mínimo US $2500 millones y uno de litio US $600 millones, lo cual implica un esfuerzo mayor para las empresas que se vuelvan a buscar cobre pero también un aporte de divisas al país incomparable.
Actualmente, la Argentina no cuenta con producción de cobre, aun con el que históricamente tuvo por Minera Alumbrera. Ahora, el proyecto MARA es una oportunidad para el sector. Nacido por un acuerdo a nivel internacional que permitió consolidar la propiedad de las empresas Agua Rica y Minera Alumbrera, el proyecto es hoy de Yamana Gold (accionista mayoritario), Glencore y Newmont.
Agua Rica -que contiene cobre, oro, plata y molibdeno- y el sitio operativo de Alumbrera, que produjo por 21 años y hoy está bajo activo programa de cuidado y mantenimiento en Catamarca, serán juntos parte de los Top 25 productores de cobre a nivel mundial.
La producción de este proyecto demanda una inversión de US$ 2996 millones hasta 2026 (más allá de la reutilización de la estructura existente de La Alumbrera) y US$ 1098 millones más durante la explotación.
Según el gerente general, Nicolás Bareta, MARA tiene un potencial para exportar US$ 2080 millones a partir de 2026 y US$ 2495 millones al año siguiente promedio.
Pero el proyecto más cercano en ponerse en marcha es Josemaría, cuya entrada en producción se calcula para fines de 2025.
PROYECTOS DE ORO Y PLATA ARGENTINOS
Para el oro y la plata, el panorama también es enorme. A partir de 2006, el oro se consolidó como una fuente importante de divisas para el país, que es el noveno en reservas mundiales y el número 14 en producción.
Dos de las 25 mayores minas de oro del mundo se encuentran en la Argentina, Veladero en San Juan y Cerro Negro en Santa Cruz; ambas con proyectos de extender su vida útil. En total, las minas en operación son 10.
El oro es la principal exportación minera argentina, con más de US$ 3000 millones.
El clásico del sector en el país lo protagoniza Barrick. Su principal operación es la mina de oro sanjuanina de Veladero, en un joint venture con Shandong Gold. En 2020, se anunció una extensión de al menos 10 años para la vida de la mina después de una revisión.
«Ahora estamos inyectando mucho capital en exploración para el distrito Lama Veladero. A finales de 2024 vamos a saber si Lama puede hacerse independiente de Pascua o se hace en conjunto con Veladero. Podríamos así poner en funcionamiento el primer molino de Pascua Lama. La planta de proceso que se construyó en un 85 por ciento podría empezar a funcionar», explicó Marcelo Álvarez, director Ejecutivo de Asuntos Gubernamentales para Sudamérica en Barrick.
Según el ejecutivo, la compañía invierte más de US$ 10 millones al año en el distrito, desembolsos que continuarán en los próximos 10 años.
Alrededor de Veladero y Lama hay proyectos en los que Barrick tiene la mira puesta, y en los que están listos para invertir porque reconocen el potencial del país. También están interesados en el cobre, analizando proyectos en toda América latina. En la Argentina ya están explorando en Salta proyectos de cobre y a fin de año comenzarán en Santa Cruz a explorar oro, ambos serían para arrancar de cero.
Álvarez señala un punto clave. El aporte de los grandes proyectos de cobre, oro o plata al país va mucho más allá del valor agregado que se pueda conseguir a partir del commodity.
«Tenemos una mina que produce US$ 800 millones al año y contrata a 97 empresas de la localidad, que incluso hemos desarrollado. También a 500 empresas de San Juan. Entre todas facturan alrededor de US$ 300 millones. Se sustituyen importaciones en todo ese trabajo de apoyo a la cadena de valor. Esos productos que fabrican incluso luego se pueden exportar», señala. En países como Australia, cuenta, ya el cluster de proveedores exporta más que la propia industria minera.
A pesar del optimismo en Veladero y su expansión, Álvarez admite que en materia de costos la mina está en una situación crítica por la brecha cambiaria. Los salarios se dispararon y las restricciones a la importación afectan los costos.
«La estabilidad económica nos permitiría tener una visión más tranquila para planear a largo plazo teniendo en cuenta las inversiones planeadas y la posibilidad de hacer el proyecto sustentable», dice.
En plata y con el 2,5 por ciento de las reservas mundiales, la Argentina tiene posibilidad de convertirse en un actor relevante del mercado si se materializan los proyectos en curso. Hoy el país es el décimo productor mundial, con cinco proyectos desde la exploración avanzada a la factibilidad con definición de recursos: Joaquín, Virginia, Lejano (Santa Cruz), Navidad (Chubut) y El Quevar (Salta).
Mignaco asegura que «durante este año la industria ha aumentado sus capacidades en exportaciones con relación a 2021 y se prevé lograr un volumen superior al de los años anteriores. Desde CAEM calculamos que las exportaciones de 2022 rondarán en el orden de los US $3500 y US $3800 millones.
En el primer semestre del año fueron de US$ 1910 millones, un 33 por ciento más que el mismo período de 2021».
En rigor, el año pasado la minería (que es el quinto complejo exportador) fue uno de los solo tres sectores con balanza positiva que sumaron divisas al país. Los aportes tributarios fueron de más de $ 107 billones. Además, el 80 por ciento de las compras que hacen los proyectos mineros en servicios, insumos y equipos se hacen en el país a PyMEs; aseguran desde CAEM.
«Esta recuperación de los niveles de exportación se debe a una normalización de las operaciones y una regularización del mercado externo», explicó el ejecutivo.
Para que la minería pueda poner los recursos al servicio del país y desarrolle su potencial, opinan los número uno del sector, deben darse condiciones de contexto internacional y nacional.
«Ir a retención cero y hacia esquemas progresivos, que ayuden a la puesta en marcha de nuevos proyectos y la extensión de vida útil de los actuales. Devolución IVA exportación, exploración y construcción» son los que enumeran los empresarios reunidos en la cámara del sector.
El tema cambiario es central. «Se deben generar las condiciones de seguridad jurídica para el acceso al mercado de cambios eliminando riesgos de los ciclos económicos», agregan.
Internamente, incluyen otro pedido: necesitan revisarse restricciones en provincias de destacado potencial metalífero.
«El país está en una situación compleja, donde juntos debemos generar alternativas de desarrollo para la gente. La minería es un vector de desarrollo, porque a su alrededor crece la industria PyME, los proveedores, el comercio y los servicios», señalan.
Las mineras más que duplicaron sus ganancias el año pasado (127 por ciento mayores a las de 2020), según el último informe de PwC. El salto se explica por los precios altos de los commodities con gestión de costo prudente que se arrastraba de los malos años de la pandemia.
Entre las perspectivas incluyen que la necesidad de «minerales críticos» (cobre, níquel y cobalto) aumente durante las próximas tres décadas, con algunas estimaciones que sugieren que la demanda anual de tecnologías de energía limpia superará los US$ 400.000 millones para 2050.
Fuente: Cronista