Un negocio y un problema
La extracción de un recurso natural para Vaca Muerta pone a la provincia en la lupa ambiental, pero también para también para los magnates de los hidrocarburos. Una ley y la relación de YPF con Entre Ríos.
Cuando este cronista era un niño solía comer arena. La misma que lo hacía resbalar en la bicicleta. La calle Belgrano de la ciudad de La Paz termina su recorrido en el puerto, donde siempre operó una arenera. Se solía hacer un picadito en esa superficie amarilla sobre un brazo del Curuzú Cuatiá que confluye con el Paraná.
La extracción de ese recurso natural era una polaroid para quien daba la vuelta al perro. Más aún si vivía a una cuadra, como este caso. Esa arena que iba y venía por Belgrano trasladada en camiones dejando sus restos sobre el asfalto tenía destinos menos pretensiosos que los actuales. Corralones y algo más. Los dueños de esas areneras solían ser locales. Por ejemplo la familia Díaz. La arena pasó a ser un commodities de millones de dólares en un mundo donde el agua dulce empezó a cotizar en Wall Street.
Hace unos días, el sitio Era Verde publicó un fallo en el que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) hizo lugar a una petición de la Cooperativa de Agua Potable de Ibicuy que, junto a vecinos de esa localidad, quieren saber si hubo estudios de impacto ambiental y audiencias públicas en los proyectos de extracción de arena silícea con destino a la explotación petrolífera de Vaca Muerta.
El juez subrogante de Villa Paranacito, Abel Alfredo Rodríguez, quien hizo lugar a la pretensión de la Cooperativa de acceder a información ambiental, declaró abstracto el pedido de información sobre el establecimiento minero “El Mangrullo”, propiedad de Yacimiento Petrolíferos Fiscales SA (YPF), puesto que el gobierno provincial sí había hecho pública la información en una plataforma digital. La discusión sigue en la vía judicial. Ver aquí.
El recurso extraído es para el polémico sistema de fractura hidráulica (fracking), lo que la soja para la cría de chanchos.
Fabián Rogel, cuando ocupó una banca en la Cámara de Diputados de la Nación, publicó el libro “Volver a empezar – Pasado, presente y futuro de los hidrocarburos en la República Argentina”. Allí recorre la historia de la empresa e imprime siete proyectos de ley en torno al desarrollo de la empresa estatal. Se explica con detalle acerca de la arena que se puede extraer de las cuencas de agua dulce, como en Entre Ríos, para ese sistema de producción que el radical cuestiona en duros términos.
El trabajo contó con el aporte del ex secretario de Combustible de la Nación, Gustavo Calleja; y del historiador Alejandro Olmos Gaona.
El problema
El 3 de noviembre de 2019 entidades y colectivos ambientalistas de la provincia se dieron cita en el salón de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) para abordar “y concienciar sobre el daño que produce la extracción de arena silícea” en los puertos con destino al proyecto petrolero de Neuquén.
En ese encuentro se puso de manifiesto que desde los puertos de Campichuelo cerca de Concepción del Uruguay, los de Diamante e Ibicuy se vendían a esa fecha unos 400 camiones por día para el polo petrolero de Vaca Muerta. Salían de la provincia –según el informe que se hizo – entre 5 y 8 millones de kilos de arena. La mayoría del puerto de Ibicuy. Según información que rastreó Página Política, también de La Paz se envía el recurso a Vaca Muerta. Gustavo Bordet ha hecho de los puertos una bandera en su gestión. Por eso también hay entusiasmo con la hidrovía.
El auge de la explotación de gas y shellgas no convencional vuelve a aparecer en estas semanas tras los cambios en la conducción de YPF por la salida de Guillermo Nielsen que se da en el marco de una urgencia: salvar a la empresa de bandera del default a la que envió el gobierno anterior bajando los ingresos en un 14%, las ganancias 23%, la inversión en un 48,5%, la producción en 9,2%, según publicó el periodista Diego Genoud en Diario Ar este domingo.
La primera
Entre Ríos se convirtió en 2017 en la primera provincia en sancionar una ley que prohíbe la extracción de hidrocarburos por fracking. Diputados le dio sanción a un proyecto que tenía media sanción del Senado desde 2016. Era el comienzo de la gestión de Bordet, con un Sergio Urribarri que se había vuelto ecologista en la presidencia de la Cámara de Diputados. De hecho fue allí en dónde se volteó la ley de agroquímicos como cierre a una jornada que encabezó como invitado Eduardo Cerdá, actual director del área de agroecología, dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación.
Lo cierto es que la ley entrerriana prohíbe el fracking y todos los métodos no convencionales. Eso sí, se exporta el recurso para hacerlo.
Ese año, según datos de la Universidad Nacional de la Patagonia, Entre Ríos aportaba el 50 por ciento de la arena utilizada en Vaca Muerta y actualmente se estima que hoy suministra el 80 por ciento del mineral cuya extracción y procesamiento, lo que constituye una atractiva oportunidad de negocios. Hay quienes llaman a estas arenas especiales “el nuevo oro”.
La sigla YPF vuelve a la provincia como algo recurrente. El 7 de enero de 2010 el entonces gobernador Urribarri firmó con el vicepresidente de la empresa, Sebastián Eskenazi, un convenio. Ahí nomás se informó que a partir del 1 de marzo siguiente se comenzaba la exploración. Grandes anuncios que quedaron en la nada. La relación del gobierno entrerriano con la familia Eskenazi, de todas maneras, continuó inamovible a través del contrato de agente financiero del Banco Bersa firmado por Jorge Busti y alentado por Néstor Kirchner en los inicios de la década ganada.
Entre Ríos aportó a la escudería de hidrocarburos estatal a un Ceo que se desempeñó durante años. Urribarri se jactó de haberle acercado a Cristina Kirchner a Miguel Galuccio.
En YPF y Vaca Muerte parece estar la luz de la recuperación económica. En torno al proyecto de Enrique Mosconi los negocios no dejaron de ser millonarios. Hasta la explosión de la tercera revolución industrial promovida por Internet y las comunicaciones, las guerras en el mundo se desatan al calor del negocio del petróleo.
Fuente: Página Política.