Un país quiere doblar perforación crudo justo cuando cae el precio internacional del petróleo
Fuera de Arabia Saudita y Rusia, la mayoría de los países productores de petróleo se están apresurando para abordar el histórico colapso del precio del petróleo reduciendo el gasto y, en algunos casos, la producción. Pero la petrolera nacional de México está actuando como si el desplome nunca hubiera sucedido.
Fuera de Arabia Saudita y Rusia, la mayoría de los países productores de petróleo se están apresurando para abordar el histórico colapso del precio del petróleo reduciendo el gasto y, en algunos casos, la producción.
Pero la petrolera nacional de México está actuando como si el desplome nunca hubiera sucedido.Petróleos Mexicanos apunta a casi duplicar la perforación a 423 pozos este año y acelerar el desarrollo de 15 descubrimientos recientes, pese a que los expertos dicen que muchos no son rentables a los precios actuales.
No ha anunciado cambios en el objetivo de producción que estableció en su plan comercial de cinco años de 1,87 millones de barriles por día, un alza de 11% frente a 2019, ni en la inversión en exploración y producción de 270.000 millones de pesos (US$11.1000 millones).
Mientras tanto, se espera que la industria mundial de petróleo y gas recorte US$100.000 millones en gastos de exploración y producción, para una caída del 17% en el año, según la consultora Rystad Energy AS.
En tanto, Petróleo Brasileiro SA y la colombiana Ecopetrol SA redujeron drásticamente el gasto de capital, y Petrobras llegó incluso a cerrar la producción no rentable de 200 mil barriles diarios en un país con poca capacidad de almacenamiento.
“Si ese es el camino que se desea seguir en este escenario, seguramente se gastará efectivo”, dijo Ruaraidh Montgomery, director de investigación de la consultora petrolera Welligence. “Petrobras se maneja genuinamente como una entidad independiente que está ahí para generar ganancias, pero con Pemex, la prioridad del gobierno es el crecimiento de la producción”.
Mientras refinerías de todo el mundo están recortando la producción en medio del desplome del consumo de combustible, Arabia Saudita y Rusia están desatando millones de barriles de exceso de crudo en una batalla por participación de mercado.
En este contexto, el crudo Brent de referencia mundial registró su peor trimestre en la historia. México forma parte de la OPEP+, que se reunirá el jueves para intentar estabilizar el mercado petrolero, pero el país no ha ofrecido reducir la producción como parte de la iniciativa.
El arrogante enfoque de Pemex a la crisis del petróleo coincide con el manejo de la pandemia global que ha mostrado el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien pasó semanas minimizando los riesgos del coronavirus para la salud y tardó en implementar medidas de contención por temor a las consecuencias para la economía.
Y no ha mostrado señales de renunciar a una estrategia de cambio para la compañía petrolera nacional con problemas de liquidez.
Si bien Pemex anunció medidas de control de costos antes de que el mercado del petróleo se derrumbara, los analistas dicen que no son suficientes. Pemex tendrá este año un flujo de caja negativo de US$20.000 millones si el petróleo mexicano se comercializa a US$30 por barril, según Anne Milne, estratega de Bank of America.
Los inversionistas temen que Moody’s Corp. pueda rebajar los bonos de Pemex a basura después de que Fitch Ratings Inc. los rebajara más profundamente en territorio basura a principios de este mes, y que S&P Global Inc. también redujera su calificación en marzo.
Se espera que México obtenga ganancias en su cobertura anual del precio del petróleo, la más grande de su tipo, que para 2020 logró obtener un precio de US$49 por barril y generalmente cubre entre 200 millones y 300 millones de barriles. La cobertura de Pemex es mucho más pequeña, con poco más de 85 millones de barriles para 2020.
El domingo, López Obrador dijo que reduciría la carga impositiva de Pemex en 65.000 millones de pesos adicionales (US$2.700 millones), aunque no estaba claro de inmediato si esta es una nueva medida.
La mayor parte de los fondos del gobierno asignados a Pemex han sido para la construcción de una refinería de US$8.000 millones en el estado natal de López Obrador, Tabasco, incluso pese a que la demanda mundial de combustible disminuye y otros proyectos en todo el mundo se detienen. Incluso antes de la crisis económica de 2020, la refinería fue ampliamente criticada por no ser rentable y estar políticamente motivada.
Y fuera de los dos campos marinos más grandes de México, la rentabilidad es cuestionable. El Gobierno está cada vez más cerca de reinstalar el «barril criollo» de petróleo AMLO quiere darle a Pemex un mayor control sobre el territorio petrolero de México y ha suspendido las subastas competitivas.
Su objetivo es revitalizar la producción nacional que ha caído durante 15 años consecutivos y disminuir la dependencia de México de los combustibles importados, así como reducir la deuda de Pemex de más de US$100.000 millones, la más alta de todas las grandes petroleras. Más de la mitad de la producción de la firma mexicana no es rentable a US$30 por barril, señaló Montgomery, de Welligence.
Lo que debe hacer Pemex es enfocarse en el control de costos, ser más eficiente y proteger su balance general al no gastar dinero en crecimiento en aras del crecimiento, agregó.
Fuente: Perfil.