El incremento respecto a febrero pasado se debe principalmente al desempeño en las áreas Loma Campana (2444 bdp) y Bandurria Sur (1886 bdp) que son operadas por YPF; además de Cruz de Lorena (1405 bdp) de Shell y Bajada del Palo Oeste (718 bdp) de Vista Oil & Gas. En la participación total, el 74% de la producción de petróleo es no convencional (125.602 bdp).

Estos datos son el antecedente de la crisis que vendría. Si bien la producción crecía por la conexión de nuevos pozos y los desarrollos masivos de las compañías mencionadas, lo cierto es que en marzo se acumuló un número de barriles que el mercado no puede absorber por la pandemia. La caída de la demanda y la caída de los precios implica la reducción de actividad, como Loma Campana con un recorte de 50% durante abril.

Este récord parece no coincidir con la baja de actividad. Es que en la industria petrolera los resultados suelen verse a largo plazo: pozos conectados en la previa del DNU 566 empezaron a dar muestras de éxito en febrero y marzo. Ese último mes está atravesado por la crisis en los precios internacionales y el impacto del coronavirus en la Argentina, con todos los yacimientos e instalaciones petroleras trabajando con guardias mínimas.

En cuanto al gas, la producción disminuyó un 2,32% respecto de febrero pasado, pero tuvo un incremento del 1,2% en su comparación con marzo de 2019. Además, se destaca que la producción acumulada aumento un 1,84% con respecto al año 2019. El 70% del gas es no convencional (48,18 millones de m³/día).

Las áreas con mayor decrecimiento en la producción de gas, siguiendo el informe del Ministerio de Energía y Recursos Naturales de Neuquén, fueron Fortín de Piedra ( -1,44 MMm3/d), Aguada Pichana Este ( -0,46 MMm3/d), Lindero Atravesado (-0,25 MMm³/d), Rincón del Mangrullo ( -0,16 MMm3/d) y Aguada de Castro ( -0,15 MMm3/d).

Fuente: LMNeuquen.