Vaca Muerta: AIE anticipa superávit de GNL hacia 2030 con fuerte presión a la baja de precios
Al aumento del 50% proyectado de oferta, se le suma el crecimiento de las energías renovables. Cuál es el piso de precio que hace viable los nuevos proyectos de GNL.
Mientras en el corto plazo la volatilidad de precios es una preocupación que no se aleja en el mercado de los hidrocarburos por la conflictividad internacional, en no muchos años podría darse otro proceso que tendría como efecto un superávit de suministro de gas hacia finales de esta década, que podría significar una fuerte baja de los valores del Gas Natural Licuado (GNL), según el World Energy Outlook elaborado cada año por la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Esa proyección de escenario es un alerta para las aspiraciones de la industria local vinculado a aprovechar los recursos gasíferos de Vaca Muerta, que a partir de al menos tres proyectos en carrera deberá competir con grandes jugadores globales ya instalados y los que están en marcha, con una competitividad tal que permita sobrellevar los valores deprimidos.
El trabajo examina los factores globales que afectan a los sistemas energéticos mundiales, como los conflictos regionales y las incertidumbres geopolíticas, las tecnologías emergentes y los impactos del cambio climático.
El reporte de la AIE señaló que en el horizonte se vislumbra «un aumento de casi el 50% en la capacidad mundial de exportación de GNL, liderado por Estados Unidos y Qatar». Se han aprobado alrededor de 270.000 millones de metros cúbicos de nueva capacidad anualizada de GNL y, si se entregan según los plazos anunciados, entrarán en funcionamiento durante el período hasta 2030, generando un gran incremento al suministro mundial.
Esta proyección se da en momentos en que «los riesgos geopolíticos abundan, pero los equilibrios subyacentes del mercado se están relajando», preparando el escenario para una intensa competencia entre diferentes combustibles y tecnologías. En un análisis detallado de los equilibrios del mercado y las cadenas de suministro se anticipa «un exceso de suministro de petróleo y GNL durante la segunda mitad de la década de 2020, junto con un gran exceso de capacidad de fabricación para algunas tecnologías clave de energía limpia», en particular la solar fotovoltaica y las baterías.
Las fuentes alternativas de bajas o nulas emisiones de carbono proporcionan una especie de «amortiguador contra nuevas perturbaciones del mercado, pero también implican una presión a la baja sobre los precios y un período de mayor competencia entre los proveedores», señaló.
En el escenario de políticas declaradas (Steps), según refiere el informe de la AIE, «la demanda de GNL crece más del 2,5% anual hasta 2035», una revisión al alza de las perspectivas del año pasado y más rápido que el aumento de la demanda general de gas. Europa y China tienen la infraestructura de importación para absorber significativamente más gas, pero «su alcance para despejar el mercado está limitado por sus inversiones en energía limpia».
A la vez, las economías emergentes y en desarrollo importadoras de gas necesitarían generalmente precios de alrededor de 3-5 US$/MBtu para que el gas sea atractivo como alternativa a gran escala a las energías renovables y el carbón, pero los costos de entrega de la mayoría de los nuevos proyectos de exportación deben promediar alrededor de 8 US$/MBtu para cubrir sus inversiones y operaciones.
Así, para que los mercados de gas absorban todo el nuevo suministro de GNL previsto y continúen creciendo más allá de 2030, esto requeriría una combinación de precios de liquidación aún más bajos, una mayor demanda de electricidad y transiciones energéticas más lentas -con menos energía eólica y solar, tasas más bajas de mejoras en la eficiencia de los edificios y menos bombas de calor- que las proyectadas en el STEPS.
Sin embargo, cualquier aceleración de las transiciones energéticas globales hacia los resultados proyectados en el escenario de compromisos anunciados por los países o el objetivo de Net Zero, o incluso el efecto para el suministro como un nuevo gran acuerdo de gas entre Rusia y China, exacerbaría el exceso de GNL.
Precisamente, la demanda de servicios energéticos está aumentando rápidamente, impulsada por las economías emergentes y en desarrollo, pero el continuo progreso de las transiciones significa que, para finales de la década, la economía mundial puede seguir creciendo sin utilizar cantidades adicionales de petróleo, gas natural o carbón.
Este no ha sido el caso en los últimos años: a pesar del despliegue récord de energías limpias, dos tercios del aumento de la demanda mundial de energía en 2023 se satisfacieron con combustibles fósiles, lo que impulsó el CO relacionado con la energía2 emisiones a otro récord.
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Fuente: Mejor Energía