Vaca Muerta: El otro negocio; Arenas para el fracking
La técnica de extracción utilizada en la formación neuquina requiere necesariamente de las arenas silíceas. La demanda crece al ritmo de la producción. Dónde están y quiénes manejan las empresas en la región.
Las arenas silíceas son un insumo base para la industria de shale oil y la necesidad de abastecimiento crece al ritmo de la producción en Vaca Muerta. Por este motivo desde hace un tiempo hay un marcado interés por parte de las provincias petroleras para explorar sus territorios con el objetivo de encontrar este valioso recurso.
Actualmente la industria se abastece mayormente de arenas provenientes de Entre Ríos, Río Negro y Chubut que cuentan con productos con diferencias en calidad y costos, dos ítems importantes a la hora de la fractura.
En la región un puñado de empresas ubicadas en Río Negro y Chubut, están operativas, pero hay cientos de permisos de exploración de canteras en desarrollo también en Neuquén y el desafío es mejorar las condiciones para una mejor competitividad y calidad.
Sed de arena
Para entender el valor estratégico de este recurso es necesario explicar cuál es la técnica de extracción en Vaca Muerta y cómo funciona cada etapa.
El fracking, también conocido como fracturación hidráulica, es una técnica que se utiliza para extraer petróleo y gas natural de yacimientos no convencionales.
Parte de la perforación de un pozo vertical hasta alcanzar la formación que contiene gas o petróleo. Luego, se realizan una serie de perforaciones horizontales que pueden extenderse por varios kilómetros. A través de estos pozos horizontales se fractura la roca con la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión que fuerza el flujo y salida de los hidrocarburos de los poros. Pero este flujo disminuye muy pronto, por lo cual es necesario perforar nuevos pozos para mantener la producción de los yacimientos.
Cada etapa de fractura demanda unas 250 toneladas de arena, y un pozo con un brazo lateral promedio de 2.500 metros tiene al menos 45 etapas de fractura. Es decir que, en promedio, un pozo demanda alrededor de 11 mil toneladas de arena.
El boom de perforaciones y producción en Vaca Muerta trajo aparejado el crecimiento de muchas otras industrias afines, en este caso la de las arenas silíceas. A más producción, más demanda de arena por lo que las empresas petroleras empezaron a diversificar sus compras.
Originalmente, la planta ubicada en Dolavon perteneciente al grupo Arenas Patagónica, fue una de las primeras en abastecer a la industria. Sin embargo, el costo encarecía mucho el precio por pozo, principalmente por la logística y el traslado desde el Valle Inferior de Chubut a Neuquén, porque, aunque está relativamente cerca, los convenios con los camioneros están bajo el regulados por petroleros, lo que eleva los salarios.
Fue así como la provincia de Entre Ríos comenzó a ganar protagonismo y se convirtió en una de las principales abastecedoras de este recurso.
Durante 2022 y 2023 hubo un resurgir de las arenas de cercanía y fue ahí donde Río Negro, la estratégica provincia que comparte parte de Vaca Muerta con Neuquén, tomó protagonismo con varias empresas que instalaron plantas de procesamientos.
Las arenas rionegrinas tienen la ventaja de contar un flete más corto, que abarata su costo final, pero como contra tienen una dureza inferior lo que afecta directamente a los pozos donde se utiliza. Muchas petroleras optaron entonces por utilizar una combinación con arenas entrerrianas, rionegrinas y chubutenses.
En Neuquén, también quieren este estrátegico recursos y por eso existen cerca de cien solicitudes mineras para tratar de dar con arenas aptas, algo que aún no se pudo.
La cadena logística asociada a las provisiones provenientes de Entre Ríos, Río Negro y Chubut requiere para un total de 15.600 fracturas proyectadas para finales de 2024, de una cantidad estimada de 3.900.000 toneladas. Además, el transporte asociado a esa demanda, requiere de al menos 130.000 viajes de camión que terminarían ingresando a Neuquén. Aquí radica el interés especial de la provincia comandada por Rolando Figueroa en seguir explorando su capacidad en las canteras propias para encontrar arenas aptas.
Actualmente, la dirección provincial de Minería recibió más de cien solicitudes mineras orientadas a la exploración de arenas. Entre las más reconocidas se encuentran YPF S.A., Transportes Rada Tilly SA; IPEG SA; Aluvional SA y Cormine S.E.P.
En la provincia de Chubut, el mercado está monopolizado por el Grupo Arenas Patagónicas, de la empresa Transportes Rada Tilly. En 2015 YPF lanzó su Plan Nacional de Arenas, proyectando una cantera y planta de clasificación entre las localidades de 28 de Julio y Dolavon, con permisos pedidos para seis canteras Yatén, Pitu, Betina, El Holandés, Apacheta y El Gauchito, todas bajo dominio de Cimsa.
Sin embargo, el proyecto quedó estancado y los trabajos nunca comenzaron. En Río Negro se concentran la mayoría de las empresas de la región. Las tres operativas son Cimsa Inversiones Mineras (YPF), NRG Argentina SA y Sand Frac SRL.
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Fuente: La Tecla