Vaca Muerta: Los dólares de exportación se utilizarán para construir un gasoducto
Un proyecto crucial que reemplazaría las importaciones de energía se financiará parcialmente con fondos públicos, según el gobierno.
La construcción del proyecto de reversión del Gasoducto Norte, necesario para asegurar que el gas natural de Vaca Muerta llegue a Córdoba, Tucumán, Salta y Jujuy en lugar de las importaciones desde Bolivia, será financiada parcialmente con fondos públicos de las exportaciones eléctricas en poder de la empresa Cammesa.
En consecuencia, según el gobierno, Enarsa llamará a licitación del proyecto «entre el lunes y el miércoles» de la próxima semana. Se espera que el costo total del proyecto sea cercano a los 800 millones de dólares, estando cotizados en pesos y moneda oficial la práctica totalidad de sus componentes.
Según fuentes oficiales consultadas por El Cronista, Cammesa de la Cuenta de Exportaciones del Fondo para la Estabilización del Mercado Eléctrico Mayor (MEM) aportará aproximadamente US$250 millones, donde al 30 de junio contaba con aproximadamente US$300 millones por las ventas de energía eléctrica al exterior durante los dos veranos anteriores.
Dado que el envío de US$540 millones ha sido aprobado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el financiamiento restante se obtendrá mediante deuda con un organismo internacional.
La «inversión» de la dirección de los flujos de gas hacia el Norte debería estar terminada para el próximo invierno; de lo contrario, la capacidad de suministro de gas y generación eléctrica de la región se verá seriamente comprometida en 2024 porque Bolivia no puede garantizar el cumplimiento del contrato de importación de gas y solo puede enviar su producción excedente en condiciones inciertas (no firmes).
En particular, el proyecto consiste en un nuevo gasoducto de 36 pulgadas y 122,5 kilómetros de longitud entre las comunidades cordobesas de La Carlota y Tó Pujio. Este gasoducto conectará los dos gasoductos, actualmente ubicados en San Jerónimo (Santa Fe) en las cercanías de Rosario, así como 62 kilómetros de bucles de 30 pulgadas sobre el Gasoducto Norte entre Tío Pujio y Ferreyra, además de obras de reversión de inyección de las Plantas Compresoras Ferreyra, Dean Funes, Lavalle y Lumbrera, esta última en Salta.
Este grupo de proyectos se suma a la recién inaugurada primera fase del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), cuyo revestimiento estará terminado a finales de mes. La segunda etapa, entre Salliqueló y San Jerónimo, está programada para licitarse en septiembre y podría incluir financiamiento de China o de petroleras privadas.
Por el Gasoducto del Norte se transportan diariamente 8 millones de m3 de gas boliviano (MMm3/d). Transportadora de Gas del Norte (TGN) avanzó en el primer semestre de este año con trabajos en plantas compresoras para aumentar la capacidad de reversión entre San Jerónimo y To Pujio de 7 a 10 MMm3/d.
Una vez concluida la Vuelta Norte, habrá una capacidad de 19 MMm3/d, suficiente para reemplazar a Bolivia y rescindir prematuramente el contrato de 20 años que firmaron los expresidentes Néstor Kirchner y Evo Morales en 2006.
Según un trabajador conocedor de los detalles de estos proyectos, Argentina ahorrará dinero en subsidios además de aproximadamente US$1500 millones en ahorros anuales de importación gracias a estos proyectos porque el gas de Vaca Muerta cuesta US$3,50 por millón de BTU y el gas boliviano cuesta US$11.
Según datos de la Secretaría de Energía, entre enero y mayo de este año, el vecino país suministró en promedio 5,9 MMm3/día, por lo que pagó US$303,2 millones, o US$10,22 por cada millón de BTU. Bolivia actualmente no suministra gas en condiciones confiables (no interrumpibles) y quiere que le paguen $15 por millón de BTU.
Por ello, las autoridades del país vecino se reunieron la semana pasada con Flavia Royón, secretaria, para ofrecerles arrendar sus gasoductos a corto plazo y asegurar que el gas de Vaca Muerta llegue a las industrias de San Pablo, Brasil, utilizando esta infraestructura existente.