Vaca Muerta: suben las chances para el gasoducto que solicita el sector industrial de Bahía Blanca
Todo parece indicar que finalmente el gobierno nacional se inclinó por la traza Tratayén (Vaca Muerta)-Salliqueló. Alberto Fernández buscará los dólares necesarios cuando viaje en mayo a China.
Pocos proyectos tuvieron y tendrán tantos vaivenes como la construcción de un gasoducto troncal entre Tratayén (Vaca Muerta) y Salliqueló, a unos 200 kilómetros de Bahía Blanca.
En un puñado de meses el proyecto pasó de estar a punto de ser licitado, a finales de 2019, a ser condenado al destierro, en 2020, para pasar ahora a ser considerado «prioridad» en materia energética.
El ducto, destinado a evacuar la producción de Vaca Muerta, reviste mucha importancia para Bahía Blanca ya que, en caso de ser concretado, se sumará al nodo gasífero regional y permitirá una mayor disponibilidad de gas, tanto para la expansión industrial petroquímica como para una futura exportación como gas natural licuado (GNL), a través del puerto local.
Su traza había sido puesta en duda el año pasado, cuando tomó fuerza la posibilidad de construirlo algunos cientos de kilómetros más hacia el oeste, alternativa que ahora terminó siendo descartada.
Días atrás los periodistas se afirmó que la secretaría de Energía le propuso al presidente Alberto Fernández que lleve a su viaje a Beijing en mayo un menú con obras de infraestructura claves para el desarrollo con el apoyo de fondos chinos.
Allí, como hechos destacados, no aparece la construcción de la famosa central nuclear con tecnología china (una de las obras más reclamadas por el régimen de Xi Jinping al país en los últimos siete años) pero sí el mencionado gasoducto Tratayén – Salliqueló, ahora denominado Gasoducto del Sur.
Esta obra contempla la construcción, en una primera etapa, de un gasoducto de 1000 kilómetros de extensión.
Se estima que tendría una capacidad de transporte de 60 millones de metros cúbicos diarios y la idea es despejar dudas sobre el futuro de comercialización del shale gas, ya que su concreción daría luz verde a la construcción de una o dos plantas de licuefacción en el área portuaria bahiense.
Este es un proyecto que viene siendo reclamado por las autoridades municipales y portuarias locales, además de la Unión Industrial de Bahía Blanca.
Fue esta última la que meses atrás manifestó públicamente su preocupación y se la comunicó al gobernador Axel Kicillof, por el cambio de traza de gasoducto, la cual lo alejaba del Sudoeste bonaerense.