Vaca Muerta y los escenarios posibles en el 2021
Cuáles serían las variables a considerar en un despegue de los hidrocarburos no convencionales pospandemia y qué podría significar un paso en falso.
Una mirada a largo plazo, contratos de exportación en firme y disponibilidad de divisas son algunas de las medidas macro. Sin olvidar el rol de la cadena de valor, con las pymes y los gremios formando parte de una discusión seria sobre la productividad.
Estas son algunas de las miradas que pretenden contribuir a un debate sobre qué esperamos de Vaca Muerta en la pospandemia.
Sureda: “Si sale el Plan Gas, habrá un repunte interesante”
José Luis Sureda, ingeniero químico de larga trayectoria y ex subsecretario de Hidrocarburos de la Nación en la anterior gestión, diferencia lo que puede ocurrir en Vaca Muerta en el petróleo y el gas.
“El peor escenario es el actual, con once equipos aproximadamente perforando. Solo empeoraría para el petróleo si el barril cae a 30 dólares y la demanda no repunta”, indicó al referirse al segmento del crudo. Sureda es crítico
del barril criollo, ya que considera que hace daño a nivel de inversiones y que lo ideal es darles aire a las refinerías a través de un precio adecuado en los surtidores.
“Con respecto al gas, peor no puede estar. No hay equipos en Vaca Muerta, tampoco en el resto del país. Si sale el nuevo Plan Gas, creo que habrá un repunte interesante, dependiendo de cada empresa, y podríamos estar en el orden de los 10 equipos de gas de acá al invierno del año que viene”, remarcó.
Para el ingeniero que trabajó muchos años en Pan American Energy, la Argentina y Vaca Muerta no pueden seguir con vaivenes en la producción de gas, acelerando cuando se acerca el invierno y cerrando cuando baja la demanda en el verano. El objetivo es claro: infraestructura estratégica para llevar gas a todo el país y fomentar los contratos de exportación en firme.
Echegaray: “Lo peor para las pymes sería continuar así”
Gonzalo Echegaray es economista, analista del sector petrolero con foco en las pymes al estar ligado a Ceipa. El panorama que traza es contundente: las pymes están al 33% de su capacidad, cayó la demanda de empleo y el número de equipos perforadores y de fracking se desplomó dramáticamente. “Las empresas regionales tuvieron que endeudarse para cubrir el exceso de los costos de estructura”, contó a +e.
De seis a nueve meses, la industria estará orientada a cubrir la demanda local. El salto exportador empieza a atenuarse porque fue fruto de la pandemia y no una estrategia a largo plazo. En el primer trimestre del 2021, habría un sobrestock de producción y una economía nacional deprimida.
¿Cuál sería el escenario óptimo? “El escenario más probable es que aumente la actividad. Yo imagino 15 perforadores, quizás 20. YPF tendrá que producir para cubrir el mercado interno, las importaciones, porque no hay dólares para importar”, contestó.
En ese sentido, Echegaray consideró que tiene que buscarse una alternativa para fortalecer la cadena de valor. Todo dentro de una mirada más grande de pospandemia donde Vaca Muerta apunte a los mercados externos, con un marco claro para los inversores y disponibilidad de divisas.
Díaz: “Tiene que haber señales para la industria”
Ernesto Díaz, director de Wood Mackenzie en América Latina, analizó que el petróleo tiene buenas perspectivas, siempre que el gobierno nacional reduzca o elimine las retenciones a las exportaciones y así abrirle del todo la puerta a nuevos mercados. En tanto, el gas natural de la formación Vaca Muerta puede aspirar a sostener la producción con la aplicación del plan gas. No obstante, el financiamiento barato es una de las claves y para eso se necesita estabilizar la macroeconomía.
“Lo mejor que le puede pasar a Vaca Muerta es que se pongan en marcha los incentivos del Plan Gas, que provocará una tendencia de crecimiento y que no se amesete ni detenga la producción”, sostuvo el referente de Wood Mackenzie.
“Tiene que haber señales a la industria para retomar las actividades, con el objetivo de lograr los niveles prepandemia y previos a los congelamientos”, señaló en diálogo con +e.
En el mejor de los escenarios, cada compañía podría avanzar a su propia velocidad siempre que haya un contexto económico claro y medidas de estímulo con metas realistas.
“Hay ‘drivers’ de los que depende la industria como un riesgo país bajo, una inflación controlada y tasas de interés positivas para los inversores. Tenemos que entender que Vaca Muerta necesita financiamiento barato por todas las obras que se tienen que hacer. Si esas variables no dan señales positivas, no se puede apuntar a crecer”, remarcó.
Valdéz: “Las autoridades deben asumir un plan de largo plazo”
Alex Valdéz, ingeniero industrial orientado en química y ex director de Hidrocarburos de Neuquén, considera que aunque el panorama es difícil, no hacer nada empeoraría las cosas. “Y si nos comprometemos a unificar criterios entre la dirigencia tendremos un camino”, dijo.
“A la cuestión sanitaria, en nuestro país se agrega el frente económico y financiero, que a pesar de haber reestructurado la deuda, no pone luz en el camino y provoca un dificultoso continuar con el empuje del desarrollo de Vaca Muerta”, indicó.
“Las autoridades deben asumir un plan de largo plazo, más 10 años, pues se debe incrementar la actividad de campo como mayor perforación y estimulaciones, lo que requerirá mayor disponibilidad de divisas, mayor apertura de trámites aduaneros, entre otros”, explicó.
“Diseñar nuevos ductos se convierte en un necesario compromiso dado que estas obras necesitan tiempo, esfuerzo, definiciones e inversiones. Así estaríamos empezando a ver el tamaño de Vaca Muerta”, señaló.
Fryziak: “Hay que poner en el centro al consumidor local”
El ingeniero Miguel Fryziak, con una amplia trayectoria en la industria, consideró que Vaca Muerta puede garantizar el suministro de petróleo y gas que el país necesita, pero que su explotación tiene que tener como centro al usuario local de energía, con tarifas acordes ante un contexto de incremento de la pobreza y sentando a todos los actores de la industria para determinar las condiciones de producción y actividad.
“Tenés que ser finito en cuanto a lo operativo, porque para llevar el recurso a reserva tiene que ser rentable la operación”, señaló.
“Vaca Muerta requiere inversiones del orden de los u$s 10 millones por pozo. La declinación brusca y natural te lleva a perforar permanentemente, la curva de aprendizaje ayuda a bajar esos costos. Sin embargo, en Argentina no hay un mercado de capitales, además no se puede disponer de los dólares, entonces lo macro de la economía incide en la industria”, apuntó.
“Hay que poner en el centro al consumidor local y Vaca Muerta tiene que desarrollarse ahora. En una mesa tienen que estar todos los que hacen la industria para definir las condiciones de exportación, la búsqueda de mercados y los precios del petróleo y el gas. Tiene que haber un acuerdo con Vaca Muerta”, dijo.
Fuente: Más Energía.