Vaca Narvaja destacó el «apoyo contundente» de China a la postura argentina ante el FMI
El embajador argentino analizó la incorporación del país a la Nueva Ruta de la Seda y defendió la multilateralidad que impulsa el Gobierno. «El propio Xi Jinping señaló que situaciones como las de Malvinas eran una vergüenza para el mundo», afirmó.
Veinticuatro horas después de la incorporación de la Argentina a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el embajador en China, Sabino Vaca Narvaja, destacó la importancia de la cumbre entre Alberto Fernández y Xi Jinping, y calificó de “contundente” el respaldo de Beijing a la postura argentina ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Tenemos una visión de multilateralidad y no creemos en los alineamientos, es una postura que siempre expresó la tercera posición del peronismo”, recordó el diplomático en respuesta a quienes observaron con recelo la gira presidencial.
“En tres o cuatro años, China desplazará a Brasil y será el primer socio comercial de la Argentina”, afirmó Vaca Narvaja en una entrevista, realizada en forma virtual mientras cumple una estricta cuarentena de dos semanas en Beijing.
El embajador explicó que el ingreso de la Argentina a la Nueva Ruta de la Seda le permitirá al país obtener “financiamientos de obras de infraestructura de una manera más flexible y económica, a la que accedería de otra forma”, y reconoció que el Gobierno venía trabajando en este objetivo desde el año 2020 ya que, según advirtió, “con China nada es de un día para el otro”.
«La salvación de la Argentina tiene que ver con los argentinos. No nos va a salvar la relación con China ni con ningún país. Tenemos que pensar hacia adentro».
Vaca Narvaja valoró el respaldo de Xi Jinping a los reclamos argentinos de soberanía sobre las Islas Malvinas y consideró que es necesario realizar un “trabajo comunicacional muy fuerte” para enfrentar los prejuicios que existen sobre China en los países occidentales.
“La incorporación de la Argentina a la Ruta de la Seda fue producto de la continuidad de un proyecto político que arrancó con Néstor Kirchner, se consolidó con Cristina y se cristalizó hoy con Alberto Fernández”, destacó el autor de los libros “¿Por qué China? Miradas sobre la Asociación Estratégica Integral” y “China, América Latina y la geopolítica de la Nueva Ruta de la Seda”
-Télam: Argentina ingresó a la Nueva Ruta de la Seda, se obtuvo financiamiento por más de 23.700 millones dólares y se firmaron 13 convenios de cooperación. A partir de estos anuncios, ¿qué título elegiría para definir el viaje de Alberto Fernández a China?
-Sabino Vaca Narvaja: Fue una visita de alto impacto en términos de volumen de agenda, que no es habitual en una visita tan relámpago. No fue una visita de Estado, sino que se realizó en el marco de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno. Fue una burbuja especial, pero terminamos armando una bilateral que estaba pautada para veinte minutos y terminó siendo de una hora. Alberto Fernández fue con el que más estuvo reunido, de los once mandatarios que estuvieron en China por los Juegos Olímpicos. Se pudieron concretar varios temas pendientes, que se venían trabajando desde el último gobierno de Cristina (Fernández de Kirchner). En este punto veo que se cristalizó la continuidad de un proyecto político y pongo el ejemplo que, en 2004, cuando Néstor Kirchner firmó acuerdos con Hu Jintao, el jefe de gabinete de aquel gobierno era Alberto Fernández. Reitero, es la continuidad de un proyecto político que arrancó con Néstor, que fue consolidado por Cristina en 2014, cuando firmó con Xi Jinping la asociación estratégica integral, y se cristaliza hoy con Alberto Fernández y la incorporación a la Ruta de la Seda. Como si fuera una triada de continuidad histórica y profundización de las relaciones.
-T:¿Cuáles son los principales beneficios que obtiene la Argentina con esta incorporación a la Iniciativa de la Franja y la Ruta? ¿En cuánto tiempo cree que se podrían concretar?
-SVN: La Franja y la Ruta es un proyecto de infraestructura global, que arranca como un proyecto euroasiático y se complementa con una estrategia de China de llevar su desarrollo al oeste. En 2013, el presidente Xi Jinping arranca con un programa que resignifica la Ruta de la Seda y que tiene un componente político importante. En 2015 se amplía a África y Oceanía, y en 2017 crece a lo que China llama la Ruta Marítima de la Ruta de la Seda, es decir, al Pacífico. Ahí se transforma en un proyecto de infraestructura global más ambicioso, que tiene que ver con que China atraviesa una fase de fuerte desarrollo industrial y manufacturero. Ahora, ¿cómo puede beneficiar a países como Argentina? Con China tenemos economías muy complementarias, no somos competitivos, entonces todo lo que sea mejorar la infraestructura no solo nos sirve en términos de desarrollo local, sino también para mejorar nuestra conexión con China en términos exportadores, de turismo y de diversas ramas que tienen que ver con la conectividad. La ventaja de Argentina es que estaría accediendo a financiamientos de obras de infraestructura de manera más flexible y económica, a la que accedería de otra forma. Me parece que hay que sacarse el sesgo ideológico y ser pragmáticos. Hay un informe del Banco Mundial sobre los países que se incorporaron a la Ruta de la Seda, que explica cómo multiplicaron por cinco y seis veces su comercio con China. Es decir, el comercio explota exponencialmente. No se trata solo de financiamiento e infraestructura.
-T:¿Cree que este acuerdo puede ser un primer paso para que en el mediano plazo China pueda convertirse en el principal socio comercial de la Argentina, desplazando a Brasil?
-SVN:Sí, te diría que en tres o cuatro años China va a desplazar a Brasil y se convertirá en el principal socio comercial de la Argentina. Me arriesgo a ponerle un límite temporal al estilo chino. China el año pasado dijo que iba a crecer al 6 por ciento y finalmente lo hizo al 8. Quiero poner la atención en que tanto Chile como Uruguay y Perú son socios de China por sus minerales. Si buscamos un esquema inteligente para la Argentina, tenemos un virtual triángulo del litio junto a Chile y Bolivia. Pero resulta que tenemos el doble de litio que Chile y mejor calidad que Bolivia. Entonces si somos inteligentes y trabajamos en una cadena de industrializar ese mineral, no solo vamos a ganar en la exportación del mineral, sino que tenemos chances de convertirnos en un vector del futuro. Podemos reconvertir nuestra industria automotriz, instalando fábricas de baterías y de autos eléctricos. Esto es muy importante porque China se ha puesto metas concretas para 2030 y 2060, con respecto a la reducción de la emisión de carbono. Y con las energías renovables, la Argentina tiene una potencialidad ilimitada.
«Es la continuidad de un proyecto político que arrancó con Néstor, que fue consolidado por Cristina en 2014 y se cristaliza hoy con Alberto Fernández y la incorporación a la Ruta de la Seda».
-T:¿Imaginar que China puede ser la salvación económica de la Argentina es un disparate?
-SVN:La salvación de la Argentina tiene que ver con los argentinos. No nos va a salvar la relación con China ni con ningún país. Tenemos que pensar hacia adentro, de qué manera aprovechar las chances que tenemos en un mundo en el que aparecen otras potencias con economías complementarias a las nuestras. Y en eso tenemos una ventaja con China. Porque otros programas de infraestructura solían imponer condiciones, eran más asimétricos, pero en el caso de la Ruta de la Seda es posible discutir con la contraparte casi en una situación de igualdad. Argentina lo hizo con China. La pelota está en la Argentina, está en el lugar donde podamos poner nuestros vectores de desarrollo.
-T:¿Por ejemplo?
-SVN:Un buen ejemplo es la energía. Precisamente, uno de los temas que se habló en la bilateral es la posibilidad de armar gasoductos y un esquema de largo plazo con nuestro shale gas. En esta transición de energía que necesita China se podrían conseguir contratos a cuarenta años con precios estables. En nuestro caso, tenemos la capacidad de hacerlo con el gas de Vaca Muerta. Siempre digo que en treinta o cuarenta años va a haber un cambio en el mundo y tal vez se prohíban los hidrocarburos. Si pasa eso, vamos a seguir teniendo las reservas de Vaca Muerta, pero no nos van a servir para nada. Entonces, hay que ponerle velocidad a esta posibilidad de trabajar con China a largo plazo, para que también nos ayude a nuestra estabilidad financiera. China tiene un proceso de internacionalización de su renminbí, que nos ayudaría a estabilizar el tema monetario y cambiario, para salir de la actual cultura bimonetaria. En este momento, lo estamos haciendo con las importaciones, como hicimos con el último tramo de vacunas que se pagó en yuanes. Si China es nuestro segundo socio comercial y podría pasar a ser el primero, no es descabellado pensar en cambiar la cultura del empresariado en término de yuanes y pesos.
-T:Una de las prioridades que planteó Alberto Fernández durante la gira fue la necesidad de apostar al multilateralismo. ¿Considera que esta política de profundizar la cooperación con China constituye un avance hacia ese objetivo o, por el contrario, cree que puede ser interpretado como la búsqueda de un nuevo alineamiento?
-SVN:Este gobierno ha demostrado su posición de profundizar el multilateralismo. No creemos en los alineamientos y, de alguna manera, es una postura que siempre se expresó en la tercera posición del peronismo. No se trata de una cuestión ideológica, sino que tiene que ver con la idea de complementariedad. El formato de cooperación con China implica que puede transferir tecnología a otros países, como lo estamos viendo con los reactores del INVAP. Hay un montón de ejemplos de complementariedad que no están solo vinculados a nuestro comercio, sino también a esta posibilidad de conseguir transferencia de tecnología, algo fundamental para nuestro desarrollo. En ese sentido, digo que tenemos una visión de multilateralidad, sin quedar sujetos a ninguna interdependencia, como se decía antes, entre el centro y la periferia.
-T:Otra de las noticias de la cumbre fue que China apoyó el pedido de la Argentina para que el FMI revise su política de sobrecargos. ¿Cómo interpretar esta postura del gobierno chino frente a un organismo internacional que ellos mismos integran?
-SVN: China tiene en Argentina las inversiones más importantes en Latinoamérica. Están las represas, el parque fotovoltaico más grande de la región, los ferrocarriles y ahora el proyecto de construir la cuarta central nuclear del país. En función de esta situación, China va a ver con buenos ojos todo lo que tienda a generar estabilidad económica para sus inversiones en el extranjero. China siempre quiso que lleguemos al mejor acuerdo en términos de nuestro capítulo financiero y ni hablar con el tema del Fondo. Tuvimos un acompañamiento pleno, porque ellos se dieron cuenta que el gobierno anterior nos dejó una deuda que nos generó una dependencia atroz. Y que se usó todo para especulación financiera. Este monto del que se habla que estamos consiguiendo (23.700 millones de dólares) es la mitad de lo que se fugó en el gobierno de Macri. Las obras que se podrían haber hecho si no se hubiera destinado a especulación financiera y a un apoyo explícito a un gobierno. China es consciente de esto porque lo ha padecido. En la reunión bilateral, hubo un planteo directo del presidente con respecto a los derechos especiales de giro (DEG) y al swap. La respuesta de apoyo del presidente Xi Jinping fue contundente.
«Este gobierno ha demostrado su posición de profundizar el multilateralismo. No creemos en los alineamientos, es una postura que siempre se expresó en la tercera posición del peronismo».».
-T: A poco de cumplirse 40 años de la Guerra de Malvinas, ¿adquiere un significado especial la ratificación del apoyo de China a los reclamos argentinos de soberanía sobre las islas?
-SVN: Sin dudas. Fue otro de los puntos de la charla bilateral. La verdad es que China nos ha respaldado siempre, ha sido contundente en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. El propio Xi Jinping afirmó que era preciso terminar con la era colonial y destacó que situaciones como las de Malvinas eran una vergüenza para el mundo.
-T: La secretaria de Relaciones Internacionales, Cecilia Todesca, afirmó que el medio siglo de relaciones diplomáticas entre Argentina y China, que se cumple el 19 de febrero, será “un buen momento para pensar cómo serán los próximos 50 años”. ¿Cómo los imagina con esta profundización de las relaciones bilaterales y, sobre todo, desde el conocimiento que tiene de ambas culturas?
-SVN: Además de reiterar que creo que China va a ser nuestro primer socio comercial en tres o cuatro años, me arriesgo a decir que vamos a ganar en entendimiento y profundidad. En los países occidentales aún hay muchos prejuicios con China. Tenemos que hacer un trabajo comunicacional muy fuerte, porque consumimos mensajes de medios que tienen una mirada cruzada por la política. Debemos construir una mirada desde nuestros propios ojos y no estar mediados por intereses de otras potencias. Tenemos que entender lo que es China desde nuestra propia mirada, no buscar la intermediación de un tercero. El desafío de los próximos cincuenta años es crecer en la calidad del entendimiento mutuo.
Fuente: Télam