Venezuela: ¿cuánto tiempo le llevaría al país reactivar su industria petrolera?
Venezuela necesita invertir miles de millones de dólares anuales en su industria petrolera si quiere recuperar el nivel de producción que tenía en los 90. Pero, ¿cómo conseguirlo con el actual clima político y las sanciones de EE.UU.?
A finales de 1994, antes de que Hugo Chávez llegara a la presidencia de Venezuela, PDVSA, la petrolera estatal, era la segunda más importante del mundo.
Con una producción de cerca de 3 millones de barriles diarios (mbd), competía con la poderosa compañía saudí Aramco y era más relevante que gigantes como ExxonMobil, BP y Royal Dutch-Shell, según un informe del Petroleum Inteligence Weekly (PIW) publicado ese año.
Hoy, de esa PDVSA (acrónimo de Petróleos de Venezuela) queda el nombre y una desgastada infraestructura.
Según el ministro de Petróleo, Tarek El Aissami, Venezuela produjo en promedio unos 400.000 barriles diarios en 2020, niveles de la década de 1930.
El ministro atribuye el desplome del sector al deterioro de los activos de PDVSA, ocasionado por «delincuentes que lograron incrustarse en la industria» petrolera venezolana.
Hasta el gobierno ha reconocido casos de corrupción y la oposición y expertos del sector hablan de mala gestión de una empresa que fue a partir de la cual Chávez desarrolló sus problemas sociales cuando el barril superaba los US$100.
La última promesa de El Aissami es elevar la producción a 1,5 mbd para finales de este año, es decir, la mitad de lo que el país producía hace dos décadas.
«Las metas para este año apuntan a un plan productivo en el cual (…) estimamos alcanzar una producción de 1.508.000 barriles día de petróleo», le «juró» en febrero al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
La decadencia de la industria petrolera venezolana -que comenzó a principios de siglo y se ha acelerado en los últimos años-, ha causado estragos en la economía de en un país donde más del 95% de las divisas provienen de las exportaciones de petróleo.
En consecuencia, la mayoría de los expertos opinan que el camino para salir de la crisis es reactivar el sector.
Un ejemplo: si se alcanzara la meta de 1,5 mbd al precio actual de referencia de unos US$64 el barril, el gobierno podría ingresar al mes cerca de US$100 millones.
Pero esa recuperación no sería fácil ni rápida.
Según un informe del Instituto Baker de la Universidad William Marsh Rice, en Houston (Texas), Venezuela podría aumentar su producción hasta alrededor de 1 millón de barriles diarios a corto plazo y recuperar un nivel de 2,5 a 3 millones en una década.
Para lograrlo harían falta inversiones por más de US$10.000 millones anuales, una meta difícil de alcanzar, si se toman en cuenta las circunstancias políticas e institucionales actuales.
Hoy en día muchos países se preparan para avanzar hacia la transición energética y nadie concibe el regreso de la «época dorada de los hidrocarburos», pero de acuerdo con el experto en política energética latinoamericana Francisco Monaldi, que es crítico con el gobierno actual, la mayor oportunidad de Venezuela para recuperar su economía es, «sin duda alguna», reactivar su industria petrolera.
«Venezuela tiene una base gigantesca de recursos petroleros, pero actualmente la situación es tan grave que el gobierno está básicamente quebrado y son ellos quienes manejan PDVSA, que a su vez es el mayor accionario de todas las otras compañías que operan en el país», explica Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Instituto Baker.
Pero la deuda pública venezolana se estima en cerca de US$140.000 millones y la estatal PDVSA fue declarada en default, o cesación de pagos, en 2017.
Todo esto significa que la inversión difícilmente podrá venir de PDVSA o del Estado: Venezuela dependerá entonces de su capacidad para atraer inversión privada.
«Para agregar dos millones de barriles diarios a la producción actual se requieren alrededor de US$110 mil millones de inversión y para lograrlo se necesitan entre siete y diez años», estima Monaldi, basándose en el estudio que lideró, publicado por el Instituto Baker.
La primera fase, llevar la producción actual a 1 mbd, sería relativamente fácil, según el analista.
Venezuela hasta hace dos años producía 1,3 mbd, lo que significa que la nación aún cuenta con buena parte de la infraestructura.
«A pesar de que se ha deteriorado, todavía está allí. Habría que comenzar por perforar pozos y conectarlos a la red de oleoductos, entre otras cosas, para llevar el petróleo al mercado. Todo eso no requeriría una inversión gigantesca», prosigue.
Lo difícil sería entonces llevarla a los 3 mbd que se producían cuando Chávez asumió la presidencia en 1998.