Venezuela: un inmenso derrame expone la decadencia de la industria petrolera
CARACAS.- Las costas de Falcón y Carabobo, en el noroeste venezolano, sufren la embestida de un enorme derrame petrolero, que amenaza parques naturales y ecosistemas marinos. Originado según los expertos en la refinería de El Palito, de Petróleos de Venezuela (PDVSA), habría vertido al Golfo Triste el equivalente a 20.000 barriles de hidrocarburos.
La gigantesca mancha negra amenaza con extenderse por 350 kilómetros de costa, aunque ya golpea especialmente en el Parque Nacional Morrocoy, una de las joyas de la biodiversidad venezolana gracias a sus cientos de especies de flora y fauna y sus arrecifes coralinos y manglares.
«Es una verdadera tragedia ambiental, que se suma a la que ya vemos en el Arco Minero con la explotación ilegal del oro», destacó Julio Borges, comisionado para las Relaciones Exteriores de la presidencia encargada. «El peor en 20 años en Venezuela», concretó. Según las junta ad hoc de PDVSA, «todo parece indicar que el derrame se originó en el desbordamiento de la laguna de residuos o fosa de deshechos» de la refinería, donde desde hace semanas trabajan técnicos iraníes para lograr su puesta en marcha. La Asamblea Nacional ha ordenado investigar lo sucedido cuando todavía no se tiene certeza de cuándo ocurrió exactamente el accidente. Los primeros efectos comenzaron a verse en los últimos días de julio.
Greta Thunberg, archiconocida activista ambiental sueca, se hizo eco ayer de las denuncias de ecologistas y pescadores, conmocionados por la dimensión de lo que consideran un ecocidio. «Se ha producido un enorme derrame de petróleo frente a las costas de Venezuela. Pero se ha proporcionado muy poca información oficial», se quejó Thunberg a través de sus redes sociales.
La Fundación Azul Ambientalista ya ha reportado que peces, crustáceos, mariscos y esponjas son las primeras víctimas del ecosistema marino y también de que el crudo vertido afecta el proceso de fotosíntesis y asfixia algas y corales. «Los manglares de Los Juanes, que han sufrido la embestida del terrible derrame, están totalmente petrolizados», asegura en un vídeo subido a sus redes sociales uno de los miembros de la fundación, mientras separa con sus dedos la capa de engrudo negro que los recubre.
La falta de información oficial desde PDVSA y el intento del gobierno de reducir el impacto del accidente han chocado con la acción decidida de las ongs y del Parlamento. El Ministerio de Ecosocialismo sólo reaccionó después de múltiples denuncias.
En los últimos días se han realizado distintos operativos para recoger el hidrocarburo llegado hasta las playas, con miembros del ejército y de las comunas siempre por detrás de los ambientalistas, presentes en la zona desde el primer día. «Podemos decir que el 90% de las costas del Parque Nacional Morrocoy y el Golfo Triste están saneadas con la participación de 1.200 voluntarios», aseguró hace días el viceministro Josué Lorca, pese a las críticas de los ecologistas.
La ONG Clima 21, en cambio, ha exigido acciones urgentes y efectivas «de acuerdo a normas y procedimientos reconocidos y recomendados internacionalmente para actuar frente a este tipo de accidentes. Asimismo, en el caso de no contar con los recursos materiales o personal adecuado para estas labores solicite asistencia internacional para la realización de las mismas».
La Sociedad Venezolana de Ecología, tras mostrar su «gran preocupación» también ha advertido que el derrame puede repercutir sobre la salud humana, además de afectar al turismo y a la actividad pesquera. «El derrame evidencia la corrupción y destrucción de PDVSA», concluyó Borges.