Vuelos y petróleo en Malvinas, un vínculo comercial que favorece a los kelpers
Dirigentes opositores y ex combatientes denuncian una estrategia británica para avanzar sobre recursos estratégicos de las Islas. El silencio del canciller Jorge Faurie.
El miércoles 20 de noviembre pasado, Día de la Soberanía Nacional, comenzó a operar el vuelo que permite conectar la ciudad brasileña de San Pablo con las Islas Malvinas, una nueva ruta comercial que administra Latam Airlines Brasil.
De acuerdo a dirigentes opositores y organizaciones de ex combatientes consultadas por el Equipo de Investigación de Perfil Educación, el nuevo escenario es visto como una estrategia británica para seguir avanzando con la explotación de recursos naturales en el archipiélago del sur. Principalmente, el petróleo.
De acuerdo al permiso obtenido por Latam, un Boeing 767 con capacidad para 221 pasajeros volará semanalmente a las Islas y una vez por mes aterrizará en Córdoba. Latam le aseguró al Equipo de Investigación que fue elegida para operar en diciembre de 2018, tras un proceso de licitación acordado para establecer una conexión adicional a la ruta que opera desde hace veinte años en Malvinas.
En cumplimiento con un decreto firmado en 1999 por los gobiernos de Argentina y del Reino Unido, hasta ahora solo había un tramo que comprendía Punta Arenas (Chile) y Malvinas con escala mensual en Río Gallegos. «Ese vuelo tenía un carácter humanitario, no comercial, ni a gran escala, como es el que ahora sale desde Brasil. Permitir aviones de gran porte es favorecer el recambio militar e impulsar el sector pesquero. Además, puede abrir las puertas para un intercambio económico intensivo respecto a la explotación del petróleo, que es la etapa que están tratando de perfeccionar los británicos», dijo al Equipo de Investigación Hugo Robert, presidente del Centro Ex Combatientes Islas Malvinas (Cecim) de La Plata.
El avión empleado, un Boeing 767 con capacidad para 221 pasajeros, volará semanalmente a las Islas y una vez por mes aterrizará en Córdoba. La nueva ruta aérea se hizo efectiva en el marco del Acuerdo Foradori-Duncan firmado el 13 de septiembre de 2016, designado de ese modo por el nombre de sus firmantes: el vicecanciller argentino Carlos Foradori y el ministro británico para las Américas y Europa, Alan Duncan. Ambas partes pactaron en ese documento que serían desarrolladas conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países e impulsaron el establecimiento de dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino, una en cada dirección. El Equipo de Investigación comprobó que el vuelo que partió desde San Pablo significó una expectativa comercial muy importante para las Islas.
«Estamos muy emocionados, porque nos dará más oportunidades, y el costo del vuelo será mucho más barato», dijo a The Independent Stephanie Middleton, directora ejecutiva de la Junta de Turismo de las Islas. «El anuncio de un nuevo vuelo desde Sudamérica a las Falkland (Malvinas) muestra un progreso real (…) Esta noticia destaca nuestra relación más estrecha con Argentina y que, a pesar de nuestras diferencias en algunas áreas, podemos trabajar juntos en temas que benefician a todos», declaró el canciller Duncan al diario británico.
“El anuncio de un nuevo vuelo desde Sudamérica a las Islas Malvinas muestra un progreso real» declaró Duncan. Una semana antes, el mismo matutino británico había publicado un editorial vinculado con las tarifas del aéreo, donde aseguraba que un vuelo directo significaba una ganancia importante para Malvinas. Pero también se destacó en ese texto que se eligió Córdoba, y no Buenos Aires: «Porque se consideraba políticamente inaceptable un vínculo directo desde la capital argentina a la base militar que la Fuerza Aérea Británica tiene en las Falkland (Malvinas)». Por otra parte, el principal diario de las Islas, el Penguin News, también dio la noticia con declaraciones de optimismo. El ex gerente de la Corporación de Desarrollo de las Islas, Martin Slater, quien estuvo involucrado en las gestiones previas al vuelo, declaró: «Todavía es muy temprano pero creo que una vez que la gente vea el servicio, realmente comenzarán a hacer inversiones en turismo e industrias que podrían beneficiarnos».
Pero los vuelos desde el continente no solo favorecerán el turismo. Según denuncia la Mesa de Coincidencias Malvinas (Coma), integrada por organizaciones de ex soldados conscriptos argentinos que participaron en el conflicto bélico de 1982, esta posibilidad aérea entrega a la iniciativa británica la potestad de mejorar las condiciones logísticas para la explotación de recursos naturales en las Islas.
«Esta posibilidad aérea entrega a la iniciativa británica la potestad de mejorar las condiciones logísticas para la explotación de recursos naturales, en detrimento de los intereses de nuestro país» COMA. La exploración petrolera en el mar argentino es uno de los puntos más importantes en la disputa por la soberanía de Malvinas. En octubre de 2018, el Gobierno firmó el decreto 872 que instruye a la Secretaría de Gobierno de Energía, dependiente del Ministerio de Hacienda, para que proceda a convocar a Concurso Público Internacional para la adjudicación de permisos de exploración para la búsqueda de hidrocarburos en las áreas del ámbito costa afuera nacional (off shore).
Entonces fueron adjudicadas áreas a empresas privadas europeas que ya están operando en Malvinas. «Tanto la británica Tullow Oil como la noruega Equinor han actuado en la exploración de petróleo dentro de Malvinas. La ley de hidrocarburos, que fue modificada en 2013, prevé que ninguna empresa petrolera que haya actuado en Malvinas pueda hacerlo en la plataforma continental argentina, porque obviamente se trata de una explotación clandestina e ilegal», advirtió al Equipo de Investigación Alicia Castro, ex embajadora ante el Reino Unido, entre 2012 y 2015, y representante permanente ante la Organización Marítima Internacional. Según el Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (Oetec), a cargo de Federico Bernal, bioquímico y biotecnólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), especializado en Microbiología Industrial, los últimos reportes técnicos aseguran que la explotación comercial de empresas que operan ilegalmente en Mar Argentino frente a las Islas Malvinas comenzará en 2020 en el prospecto conocido como Sea Lion, ubicado en la Cuenca Malvinas Norte y con alta potencialidad hidrocarburífera. Según el OETEC se espera extraer un total de 1.000 millones de barriles, lo que equivale a 5 años de producción nacional, considerando la producción registrada en 2015.
El pico máximo de extracción se alcanzaría en 2025, con aproximadamente 120.000 barriles diarios. Según compara Oetec, Loma Campana, la concesión más importante en Vaca Muerta, propiedad de YPF, extrajo de enero a noviembre de 2016, un promedio de 27.644 barriles por día. El Observatorio anticipa que la explotación irá creciendo hasta 2049, con una producción acumulada de 520 millones de barriles. Las voces que cuestionan el impulso de nuevos vuelos a Malvinas recuerdan que el Acuerdo Foradori-Duncan también propuso «adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos».
El Acuerdo Foradori Duncan propuso «adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Malvinas». En 1982 la disputa de soberanía entre el Reino Unido y Argentina era por 15.000 kilómetros cuadrados: los territorios de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y tres millas circundantes.
Actualmente, el reclamo británico comprende más de 2 millones de kilómetros cuadrados del Atlántico Sur, uno de los océanos más ricos del planeta. Según el informe «Las jurisdicciones nacionales argentinas y los desafíos que la defensa nacional no quiere afrontar», de Eduardo Ligio Ganeau, comodoro de Marina VGM (RE), si se consideraran solamente los espacios marítimos en torno a Malvinas, Argentina administra el 23% de la jurisdicción nacional, tiene usurpado el 36% de la misma por el Reino Unido y suspendido su reclamo de soberanía por el 41%. El Equipo de Investigación se comunicó con el canciller Jorge Faurie y con el juez Luis Rodríguez, que rechazó la solicitud para suspender el vuelo a Malvinas. Pero ni Faurie ni Rodríguez quisieron realizar declaraciones para esta investigación.
Fuente: Perfil.