Wintershall Dea vende sus operaciones en Vaca Muerta y Tierra del Fuego a la británica Harbour Energy
La empresa energética que tiene a Basf como socio mayoritario firmó un acuerdo por u$s 11.200 millones para transferir su negocios de exploración y producción a petrolera británica.
La energética alemana Wintershall Dea deja el país como parte de una restructuración mundial que implica la venta de su negocio de exploración y producción a la británica Harbour Energy por u$s 11.200 millones en acciones y efectivo.
Entre esos activos, que incluyen las operaciones de Alemania, Noruega, Dinamarca, México, Egipto (excluyendo Ravn), Libia (excluyendo Wintershall AG) y Argelia, se encuentran las operaciones que la empresa tiene en el país: yacimientos de gas en Vaca Muerta y su parte de Fénix, el proyecto de gas off shore en Tierra del Fuego, en el cual tiene como socios a PAE y a Total Energies.
A pesar de los anuncios de inversión de 450 millones de euros en cuatro años en al Argentina que la empresa hizo en febrero de este año, las operaciones locales también cambian de manos.
La petrolera británica también se queda con las licencias de Wintershall Dea para capturar y almacenar dióxido de carbono (CCS).
El acuerdo se realizó con la firma de Basf (72,7%) y LetterOne (27,3%), accionistas mayoritarios de la firma, según adelantó Energy Report y pudo confirmar El Cronista con la empresa alemana.
La transacción está sujeta, entre otras cosas, a aprobaciones antimonopolio y aprobaciones regulatorias para inversiones extranjeras en varios países. Sujeto a estas aprobaciones regulatorias, se prevé un cierre en el cuarto trimestre de 2024.
«Con esta transacción, Basf está dando un paso importante hacia el logro de su objetivo estratégico anunciado de separarse de su negocio de petróleo y gastierr», dijo la empresa alemana en un comunicado y explicó que «tras el cierre, la transacción crea opciones para monetizar la participación de Basf en la empresa combinada, ya que Harbour cotiza en la Bolsa de Valores de Londres.
«Además del componente de efectivo, las acciones de Harbour que Basf recibirá al cierre de la transacción ofrecen un importante potencial de apreciación del valor y permitirán una salida gradual y optimizada del negocio de petróleo y gas en los próximos años», señaló Dirk Elvermann, director financiero de Basf SE.
Wintershall Dea en la Argentina
La energética alemana tiene 40 años de presencia en el país y es una de las principales gasíferas. El año pasado, su producción local fue de 63.000 barriles equivalentes diarios.
Justamente en febrero de este año la firma alemana anunció que invertiría en la Argentina 450 millones de euros en cuatro años.
De ese monto, se destinarían u$s 300 millones en 24 meses para el desarrollo de sus yacimientos de gas en Vaca Muerta, los bloques Aguada Pichana Este y San Roque. El resto sería para Fénix, el proyecto de gas off shore en Tierra del Fuego.
El anuncio lo había hecho Thilo Wieland, miembro del directorio de Wintershall Dea a cargo de las unidades de negocios de México, la Argentina y Rusia, hasta la reciente salida de la alemana de ese país.
De hecho, la venta no incluye los activos rusos. «Paralelamente a la transacción con Harbour, la separación legal del negocio Dea de Wintershall con una conexión con Rusia avanza según lo previsto. BASF y LetterOne seguirán siendo los propietarios de la compañía que posee el negocio relacionado con Rusia, para el cual existen importantes garantías federales», detalló la firma.
En la conferencia de febrero, Wieland también había adelantado que estimaban que el volumen de producción de gas se mantendrían en 2023.
«La Argentina es un país central para nosotros. Ahora, se convirtió en más importante por los cambios que vimos en nuestro portafolio de inversión. Hoy, es nuestro segundo país en producción», había señalado el ejecutivo en ese entonces.
Sin embargo, la firma ya había comenzado una transformación a nivel mundial de productor de hidrocarburos a proveedor de soluciones energéticas eficientes y gestión de carbono. En ese camino ya se había desprendido de activos de petróleo en distintos países que incluyeron la Argentina.
Fuente: Cronista