YPF: los principales ejes del plan para que su valor supere los 25.000 millones de dólares a fines de 2027
Los directivos de la compañía diseñaron un plan «4×4» para cuadruplicar el valor en los próximos 4 años. De Vaca Muerta al mega plan de gas licuado (GNL), sostenido por los aumentos de la nafta y el gasoil.
YPF es símbolo de la argentinidad. Empresa pública que funciona como Sociedad Anónima privada y cotiza en la Bolsa de Nueva York, su penetración en la economía va desde la venta de combustibles, hamburguesas, café y pelotas de fútbol hasta el sueño de convertir a la Argentina en un mega polo exportador de energía a nivel mundial, y que el sector influya tanto como el campo. Que la entrada de dólares no dependa más de las lluvias o las sequías.
Así, los directivos de la compañía diseñaron un plan «4×4» para cuadruplicar el valor en los próximos 4 años, con empresas de la región como espejos: Petrobras (Brasil) y Ecopetrol (Colombia). Y un líder en quien se referencian: José Estenssoro, el ex presidente de la firma en los primeros años del menemismo, que no tenía Vaca Muerta en su cartera.
Los principales ejes del plan para que el valor de YPF supere los 25.000 millones de dólares a fines de 2027 es el foco y la concentración en las inversiones en Vaca Muerta; la gestión del portafolio con desinversión de activos no rentables y la revisión de participaciones en algunas firmas; la eficiencia en upstream (exploración y producción) y downstream (refinación y comercialización); y el proyecto de Gas Natural Licuado (GNL) junto a toda la industria petrolera del país, con Petronas (Malasia) como socia.
A largo plazo, YPF tendrá que contribuir y liderar el proceso para que las exportaciones de energía lleguen en 2030 a unos u$s 28.000 millones, con un saldo comercial superavitario de u$s 24.000 millones. Fuentes de la empresa se ilusionan con que esos resultados deriven en una baja sostenida de la pobreza en el país.
Los precios de los combustibles: ¿aumenta la nafta?
Un capítulo especial es el de los precios de los combustibles, que representan el 80% de los ingresos de la petrolera. Desde que asumió Javier Milei como Presidente de la Nación y Horacio Marín como presidente de YPF -y ahora también CEO-, la nafta y el gasoil aumentaron más que lo previsto originalmente y casi cerraron la brecha con la paridad de importación (import parity).
Todavía restaría una brecha del 37% para alcanzar un «valor lógico» de la nafta súper, que estaría en torno a 1,23 dólar por litro para la «paridad». No obstante, en la empresa con oficinas en Puerto Madero sostienen que un valor «lógico» sería que la nafta súper ronde los u$s 1,20 a u$s 1,23 por litro. Es decir, unos $ 1020 en la Ciudad de Buenos Aires, para lo cual faltaría otra suba del 37%, que sería gradual en los próximos meses.
Según coinciden los ejecutivos de las principales petroleras que operan en el país, de la posibilidad de que los precios locales reflejen los valores internacionales, así como del acceso a dólares y las facilidades que tengan para exportar libremente su producción dependerá el éxito del sector y también el aumento del valor de YPF.
Una comparativa que tienen en las oficinas muestra que mientras desde diciembre de 2017 Petrobras incrementó el retorno anual de sus accionistas en un 29% promedio, Chevron y Ecopetrol lo hicieron un 7%, e YPF retrocedió un 4% por año.
Vaca Muerta, las otras provincias y el GNL
La joya del país en materia petrolera es Vaca Muerta; la mitad de la producción ya viene de ahí y es no convencional, es decir, que el petróleo y el gas natural están atrapados en la roca madre y se necesita una técnica especial para extraerlos, con pozos horizontales en lugar de verticales.
YPF quiere liderar el proceso de desarrollo y continuar teniendo aproximadamente la mitad de la producción. Mientras tanto, mira las posibilidad del offshore (en abril empezará a explorar el Pozo Argerich, a unos 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata) y Palermo Aike, una formación similar a Vaca Muerta en Santa Cruz, pero que recién podrían entrar en producción durante la próxima década.
Para potenciar la producción y las exportaciones de petróleo, YPF lidera la construcción del Oleoducto Vaca Muerta Sur, que terminará en un puerto de aguas profundas en Río Negro, que sería otro gran polo exportador de energía a partir de 2026. La petrolera contrató a otro ex Techint a ese fin: Gustavo Gallino, una de las cabezas del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta -era director General del Área Sur de Techint Ingeniería y Construcción-, que se realizó en menos de un año.
La contracara del foco en Neuquén es la desinversión y venta de activos en Chubut y Santa Cruz, un proceso que ya está siendo llevado a cabo en diálogo y acuerdo con los gobernadores y los sindicatos.
Marín es un fanático del tenis y su entorno cree que YPF debe ser el Novak Djokovic de la energía: jugar pocos torneos para preservar su vigencia, que sean solo los verdaderamente importantes (los Grand Slam y los Masters 1000) y ganarlos. En ese sentido, las otras cuencas petroleras fuera de la Neuquina son ATP 500 y 250, torneos de menor categoría, en los cuales otros jugadores, como empresas pequeñas, podrían lucirse con mejor eficiencia, productividad y otros costos.
Otra parte del plan 4×4 está, precisamente, en las eficiencias: consideran que mediante la «gestión de procesos» se podría mejorar la cantidad de barriles producidos por cantidad de operarios.
Por fuera del negocio core, YPF desarrolló desde hace varios años una imagen que quiere potenciar, asociado a lo positivo de la petrolera: es el segundo mayor vendedor de hamburguesas del país, solo por detrás de Mc Donald’s; y también el principal vendedor de café y de pelotas de fútbol en la Argentina, gracias a sus promociones y la amplitud, capilaridad y despliegue de sus estaciones de servicio en cada rincón del país.
Asimismo, el objetivo de largo plazo es alcanzar la producción de Gas Natural Licuado (GNL) para lograr exportar a gran escala. Los ejecutivos de la compañía piensan que en Argentina solamente es viable si se integra a toda la industria en un mismo proyecto, el que está avanzado con Petronas.
La meta es empezar a convertir con un barco licuefactor el equivalente a unos 6 millones de m3 diarios (MMm3/d) de gas natural en GNL hacia 2027 solo con YPF, para sumar a toda la industria con unos 40 MMm3/d entre 2029 y 2030 y lanzar una planta onshore que duplique la capacidad en los siguientes años. Para eso, se necesitarían inversiones por unos u$s 16.000 millones anuales.
Fuente: Cronista