YPF revisa su portfolio y analiza su participación en 25 compañías
Se abre para la petrolera una etapa de revisión de sus principales activos participados. El papel preponderante de los negocios oil & gas y el desarrollo en Vaca Muerta.
El nuevo directorio de YPF encabezado por su presidente y CEO, Horacio Marin, tiene el foco puesto en maximizar la eficiencia en todas las operaciones y costos que involucren a la compañía en el negocio de los hidrocarburos, aunque sin alejarse del concepto de ser una empresa de energía que en el mundo viene explicando la diversificación de varios grandes jugadores.
Pero la realidad es que el corazón del negocio para la petrolera nacional seguirá siendo el gas y el petróleo, y la decisión de la actual conducción es centrarse en la oportunidad de desarrollo que presenta el no convencional de Vaca Muerta, tanto para la empresa como para el país ya que se estima puede apalancar hacia finales de la décadas exportaciones por US$ 30.000 millones al año.
Es por esto que entre los cuatro ejes de trabajo en que la nueva gestión avanzará en los próximos cuatro años, se plantea la revisión del portfolio de empresas participadas.
Se trata de 25 compañías en las cuales la empresa tiene participación accionaria mayoritaria y que conforman un holding que, quizás, no termina de visualizarse en la sociedad de su gran magnitud.
Fuentes vinculadas a la conducción explicaron que “la idea inicial no es venderlas sino revisar el nivel de participación que tiene YPF en cada una de ellas o en otros casos redireccionar sus operaciones en función de los nuevos objetivos de la empresa”, siempre con el tamiz de ganar en eficiencia, transparencia de costos y mejora de la operatividad.
En un primer repaso de las empresas de las que participa y que estarán bajo la lupa de la revisión, se encuentran YPF Luz, Y-Tec, Aesa, Metrogas, Mega, Profertil, YPF Litio o Refinor que generan un gran movimiento de caja, y otras en las que tiene una participación menor como el caso de las empresas vinculadas al negocio como Oleoducto Trasandino (Otasa), Oleoducto del Valle (Oldelval) u OilTanking.
En ese complejo entramado de firmas hay distintas percepciones para la nueva conducción que está descubriendo los detalles del Mundo YPF. En esa primera mirada hay una importante defensa de la tarea que está desarrollando YPF Luz, que no sólo es superavitaria y consigue financiamiento incluso a veces en mejores condiciones de mercado que la empresa madre, sino que puede ser un vector que apuntale al crecimiento de la petrolera.
La empresa de energía eléctrica no sólo abastece buena parte de las necesidades internas de las operaciones del grupo -unos 400 Mw/día- sino que genera el 12% de la oferta nacional, y es el tercer generador privado con una muy buena participación en el segmento de las renovables y líder del mercado a término.
También se hace mención a Y-Tec el reconocido brazo de investigación y desarrollo creada en 2013 en colaboración con el Conicet y que tiene sus laboratorios en el partido bonaerense de Ensenada.
Allí, se buscará alentar los proyectos vinculados a la búsqueda de soluciones específicas del sector con los investigadores del Conicet, estudiantes avanzados de universidades locales, de la industria y de consorcios de investigación pero siempre orientada a los recursos energéticos del país.
El acento en este punto explica el cuestionamiento que se hace a la decisión de YPF de “poner plata en Estados Unidos para investigar el Permiam -el no convencional del país del norte- para traer ese aprendizaje a Vaca Muerta”.
En el repaso del porfolio también se hace particular mención a la situación de Metrogas, la mayor distribuidora de gas natural por redes que atiende a 2,4 millones de clientes del Área Metropolitana Buenos Aires y que ya en 2017 YPF estuvo en un proceso de desprendimiento de su acciones en la compañía, lo que finalmente no se concretó.
Nuevamente, esa participación vuelve a estar en revisión atentos a que el marco regulatorio vigente no permite la integración en una misma empresa de los segmentos de producción, transporte y distribución de gas, tal como también ocurre en el mercado eléctrico, por lo cual no se descarta que sea la primera en arrojar novedades.
También habrá que esperar qué análisis se realiza de la participación en Profertil, el productor de fertilizantes que en su planta de Bahía Blanca atiende el 50% de la demanda local -el resto se importa- y en la que está asociada a la canadiense Nutrien, un gigante global del sector.
Profertil tiene desde hace años un proyecto de inversión superior a los US$ 1.000 millones para incrementar su capacidad de producción de manera de abastecer el mercado local y tener saldos de exportación, lo que implicaría una ingeniería financiera importante.
La participación en Mega, cuya terminal se encuentra también en el polo portuario bahiense, se remonta a abril de 2001 cuando comenzó a operar en el negocio de agregado de valor al gas natural a través de la separación y el fraccionamiento de sus componentes ricos y recupera recursos que son de las principales materias primeras de la industria petroquímica, y aprovecha el resto de los componentes líquidos (propano, butano y gasolina natural) para otros mercados.
Mega no solo tiene un gran beneficio económico para el grupo, sino que también está en un proceso de ampliación de sus capacidades operativas aprovechando el incremento de generación del shale gas.
Las mismas fuentes también explicaron que si bien estará en revisión, Aesa es un gigante en soluciones de infraestructura para el mercado energético que se ha convertido en mano derecha de muchos de los grandes proyectos que llevó adelante YPF, y que podrá desempeñar el mismo rol en los próximos años, sobre todo teniendo en cuenta el modelo de expansión que se busca.
En conjunto, se abre para la petrolera una etapa de revisión de sus principales activos participados, lo que -insisten- no implica vender, porque en su desafío de cuadruplicar el valor de la compañía son instrumentos que pueden aportar al crecimiento que requiere YPF en todos los ámbitos.
Fuente: Mejor Energía