YPF vuelve a exportar petróleo tras 16 años y pagará dividendos a sus accionistas
La petrolera argentina YPF reiniciará entre mayo y junio las exportaciones de petróleo liviano hacia Chile, gracias a la productividad de Vaca Muerta. Eso no sucede desde 2007, hace 16 años, cuando se cerró el Oleoducto Trasandino (Otasa). Además, como medida para atraer inversiones del exterior, YPF repartirá dividendos en dólares entre sus accionistas por primera vez desde 2019, hace 4 años.
En conversación con periodistas en un salón de la New York Stock Exchange (NYSE), tras la presentación del balance (que arrojó una rentabilidad del negocio -EBITDA- de casi u$s 5000 millones y una ganancia neta de u$s 2200 millones), el plan estratégico a 25 años y responder preguntas de analistas de bancos y fondos de inversión, el presidente y el CEO de YPF, Pablo González y Pablo Iuliano, respectivamente, comentaron que la rehabilitación de Otasa, a la par del autoabastecimiento de crudo de las refinerías de la empresa, volverá a hacer posible la entrada de dólares al país por esta vía.
A mediados de este 2023, el caño quedará listo para enviar entre 30.000 y 40.000 barriles diarios de petróleo crudo de todas las petroleras que operan en la Cuenca Neuquina, donde está la formación Vaca Muerta, que despunta con sus reservas de shale oil y gas.
Exportaciones de petróleo de Vaca Muerta
En septiembre estaría listo el oleoducto Vaca Muerta Norte, que conectará Añelo con Puesto Hernández y permitirá una capacidad de exportación de 110.000 barriles, aunque los envíos a Chile podrían rondar los 70.000 barriles diarios, según la demanda del país trasandino, detalló Iuliano.
La producción total de la Argentina fue en enero de 626.600 barriles diarios de petróleo crudo y crece a un ritmo de 10% anual, porque convive el declino acelerado de los campos maduros con la productividad del no convencional, con saltos de 30% interanual en la extracción de shale.
Actualmente, las exportaciones de crudo del país salen desde la Cuenca del Golfo San Jorge, con la producción de petróleo pesado -más útil para destilar gasoil- de Pan American Energy (PAE) en Cerro Dragón, y las que se evacúan desde Vaca Muerta van de la mano de Vista, Chevron, Exxon y Shell hacia Puerto Rosales, en Bahía Blanca, para viajar en barcos por el Océano Atlántico hasta Estados Unidos, Países Bajos y Brasil. YPF se sumará a este lote a la brevedad.
La petrolera de gestión estatal argentina es socia en Otasa junto a la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) de Chile y a la estadounidense Chevron. El ducto va desde Puesto Hernández a 700 metros de altura sobre el nivel del mar, sube hasta 2000 metros para cruzar la Cordillera de los Andes y desciende tras 425 kilómetros en la Refinería Bío Bío en la localidad chilena de Talcahuano, donde Enap procesa el crudo.
Las operaciones estuvieron cerradas desde 2007 por la falta de petróleo excedente desde Neuquén, a medida que Argentina demandaba más por su crecimiento económico y la producción se desplomaba con Repsol y otras firmas, sin una política energética convincente para el sector.
Dólares para inversiones en YPF
Según anunció por videoconferencia desde la torre de YPF en Puerto Madero directo a Wall Street el ministro de Economía, Sergio Massa, el Estado (accionista del 51% de YPF, entre Nación y las provincias) llevará a la próxima reunión de Directorio, en abril, la propuesta de repartir dividendos entre sus accionistas por primera vez desde 2019. Para eso, la petrolera constituyó una reserva de unos 100 millones de dólares.
Será una señal para continuar atrayendo a los inversores, que necesitan sacar de la Argentina hacia sus cuentas el fruto de sus apuestas. Entre sus principales preocupaciones, el atraso en los precios de los combustibles es central. En el inicio de 2023, los valores de la nafta y el gasoil que vende YPF en sus estaciones de servicio están entre 15% y 20% abajo de la paridad de importación (import parity).
Precios de los combustibles: cuándo aumentan
La cúpula de la petrolera asegura que espera mantener esos niveles durante el año, por lo que trabajarán con el Gobierno para que les permita a las empresas recuperar mes a mes el atraso respecto a la inflación, la devaluación del peso (tipo de cambio oficial), el precio internacional del petróleo crudo, los biocombustibles y los impuestos, aún en un período donde se acercan las elecciones y es habitual que la política defina un congelamiento de los precios hasta el día posterior a los comicios.
En los próximos días, como capítulo final del acuerdo de Precios Justos por cuatro meses (diciembre-marzo) para las refinerías, YPF y el resto de sus competidoras aumentarán un 3,8% los precios de la nafta y el gasoil. Y en adelante, buscarán actualizar en línea con la devaluación.
La acción de YPF en Wall Street (el edificio de la NYSE tiene como dirección 11 Wall St y entrada por el número 18 de Broad Street, a la vuelta) cerró el viernes en 10,65 dólares, con una capitalización bursátil de casi 8200 millones de dólares.
Las acciones de YPF en dólares
Pese a que se desplomó el viernes como el resto de las empresas que cotizan en Bolsa por los efectos de la caída de Silicon Valley Bank (SVB), que contagió a todos en un verdadero Black Friday (Viernes Negro), el valor de la petrolera creció 137% en moneda dura en los últimos 12 meses y 266% desde julio, cuando el mercado empezó a repuntar con rumores de la llegada de Massa a la gestión económica. “Y vamos a seguir creciendo, con más anuncios y acciones estratégicas”, aseguran los ejecutivos de YPF.
No son pocos los inversores que con esta abrupta subida ganaron miles de dólares, aunque YPF sigue estando por debajo de su verdadero valor de mercado. Antes de la devaluación de 2018 la acción cotizaba a 22 dólares y en 2005, en manos totalmente privadas, llegó a 68 dólares (casi 7 veces más que hoy), cuando todavía Vaca Muerta no era ni siquiera un sueño.
En el YPF Day, la compañía celebró su 30° aniversario de cotización en NYSE, con marcados vaivenes que acompañaron los giros del país, entre la privatización total en la década de los ’90 y la reestatización en 2012 (o “recuperación” y “segunda fundación”, como prefieren decirle sus ejecutivos).
Pablo González, de Santa Cruz a New York
“Nuestro orgullo es que prometemos resultados alcanzables y en tres años cumplimos con eso”, dijo Pablo González, el presidente de la empresa que pudo alinear los objetivos de política energética nacional -como el Plan Gas, con el que la empresa vende su producción de más de 20 millones de m3 diarios a u$s 3,66 por millón de BTU, y el inicio de la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK)– con los intereses de YPF.
González, que asumió en la petrolera tras el canje de deuda a comienzos de 2021, fue vicegobernador de Alicia Kirchner en Santa Cruz entre 2015 y 2019 y cimentó su carrera política al ser funcionario de máxima confianza de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el diputado y jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, y el fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
Offshore, Gas Natural Licuado (GNL) y políticas de Estado
En el futuro inmediato, YPF se concentra en su proyecto de exploración offshore (costa afuera del Mar Argentino) junto a la noruega Equinor y la angloholandesa Shell, que puede implicar una multiplicación de exportaciones de petróleo (más de u$s 10.000 millones extra, sin necesidad de infraestructura), una vez destrabados los amparos judiciales por cuestiones ambientales en Mar del Plata.
La semana pasada, en el CERA Week en Houston, Estados Unidos (la cumbre mundial del petróleo y el gas en su “meca”), los directivos de YPF mantuvieron una reunión con sus pares de Equinor. González asegura que el offshore es una política de Estado, porque este Gobierno continuó la tarea iniciada por los ex secretarios de Energía de la gestión de Mauricio Macri (las licitaciones las comandaron Juan José Aranguren, Javier Iguacel y Gustavo Lopetegui).
Lo mismo pide el presidente de YPF para el Gas Natural Licuado (GNL), cuya ley para definir un marco regulatorio espera en los despachos oficiales a ser enviada al Congreso en las próximas semanas, como indicó Massa.
“El GNL también tiene que ser una política de Estado. El costo actual del gas natural en Argentina, de entre 3 y 3,50 dólares por millón de BTU es competitivo, pero hacen falta ventajas comparativas y libre disponibilidad de divisas, que va a permitir que se realicen las inversiones”, comentaron Iuliano y González.
El reclamo de flexibilizar a medida el cepo al dólar para el sector (libre disponibilidad de divisas para girar al exterior) es un reclamo común de los empresarios petroleros, desde Marcelo Mindlin, dueño de Pampa Energía, hasta los ejecutivos de Wintershall Dea (Alemania).
La estabilidad fiscal, de reglas de juego y el acceso a los dólares es una condición imprescindible para destinar una inversión de al menos u$s 5000 millones en la construcción de la planta de licuefacción de gas, que transforma el combustible en su estado natural (a 15°), lo enfría hasta -161° para comprimir su volumen y facilitar su transporte por el mar en buques carriers hasta otras terminales de regasificación, que hacen el proceso inverso.
YPF firmó el año pasado un Memorándum de Entendimiento (MOU) con Petronas, de Malasia, para estudiar la factibilidad de una planta que permitiría procesar el gas y enviar al mundo unos 460 buques, con un valor de unos u$s 20.000 millones anuales. La decisión final de inversión se tomará a mediados de 2024 y, si todo va bien, los primeros cargamentos podrían recién completarse entre 2027 y 2028.
Para llegar hasta ahí, hará falta también la construcción de un gasoducto “dedicado” de unos 600 kilómetros entre Neuquén y Bahía Blanca, similar al Néstor Kirchner (GPNK) que se inauguraría este 20 de junio.
Hidrógeno, litio y ¿otra Vaca Muerta?
A la par del proyecto de Ley de GNL se enviaría al Congreso otro sobre el hidrógeno, energía del futuro. YPF tiene una apuesta en el largo plazo con ese combustible limpio, al igual que sus trabajos en Y-Tec junto al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) para producir baterías y celdas de litio, que sirve para almacenar las energías renovables y solucionar su intermitencia.
Por último, los ejecutivos de YPF anunciaron que a fines de 2023 empezarán a perforar pozos como “pilotos” para testear la productividad no convencional en la formación Palermo Aike de Santa Cruz. La Compañía General de Combustibles (CGC) de la Corporación América -familia Eurnekian- está también interesada en el proyecto, que, a diferencia de Vaca Muerta, ya tiene infraestructura ociosa, como el Gasoducto San Martín, que asciende desde la Patagonia.
Fuente: Economis